Uno de los momentos que ponen a prueba la paciencia de un acreditado es aquel en el que el personal de Festival vuelve a extender la cinta que impedirá el acceso a la sala en la que ponen la película de turno. Si es en una sección paralela, tras unos minutos de juramentos en arameo pasas a otra cosa. Si es de Sección Oficial… Tiemblas.
El pase de “Lazzaro felice” fue uno de los dos en los que me quedé con la cinta en las narices. Tocaba repescarla… Y no ha sido mala elección para esta jornada en la que la atención está puesta en la lectura del palmarés.
“Lazzaro felice”: la extraña espiritualidad de Alice Rohrwacher
En el 2004, Lucía Etxebarria publicó un libro titulado “Un milagro en equilibrio”. No por temática, pero el título no deja de parecer apropiado para definir la nueva película de Alice Rohrwacher. Es más, la obra de la realizadora italiana es “el milagro del equilibrio”. En los 130 minutos que dura la película tienen cabida la fábula popular, el realismo costumbrista, las experiencias extra-corporales, la crítica social y los milagros. Entre otras cosas. Que de todo ello salga una película que bascula entre lo real y lo onírico de una manera tan sutil, resulta… Eso. Milagroso.
Al menos, en la primera mitad de la película. En ella, Alice Rohrwacher nos sitúa en una villa italiana en un momento indeterminado del tiempo. Campesinos trabajando de sol a sol, vestidos como si estuviéramos en el siglo XIX. Pero los marqueses que los emplean (explotan) tienen teléfonos móviles, walkman y escuchan pop. La distancia entre dos clases sociales. Los marqueses De Luna no solo han engañado a sus trabajadores, que desconocen no solo sus derechos sino también que, fuera de la aldea, el mundo ha avanzado hasta dejándolos atrás. El nexo de unión de esos dos universos paralelos es la relación de amistad entre Lazzaro y Tancredi, el hijo mayor de la marquesa, que se verá truncada por un accidente en el que Lazzaro fallece.
La caída en desgracia de los marqueses, coincide con la vuelta a la vida de Lazzaro, personaje metafórico donde los haya. Han transcurrido años, pero Lazzaro no ha envejecido ni un ápice. Y, tal y como iremos descubriendo, tampoco ha cambiado la situación de los campesinos, que han pasado de ser explotados en un lugar ajeno al paso del tiempo, a consentirse en marginados de la sociedad actual. La primera vida de Lazzaro nos da la parte más lograda de esta fábula, que avanza con mimo a los detalles, con una fotografía árida pero hermosa.
Cuando Lazzaro se levanta y avanza hacia la sociedad actual, la película pierde algo de su brillantez. Quiere concentrar tanta realidad que acaba pesándole, convirtiéndose en una película funcional. Sin embargo, la realizadora combina lo fantástico y lo real de nuevo, en una escena final tan dura como memorable. Todo ello hace de “Lazzaro felice” una cinta que si bien resulta algo desigual, tiene recursos de sobra como para entrar en el palmarés.
“Ayka”: maternidad y miseria en Rusia
Ayka es una inmigrante que vive ilegalmente en Moscú y acaba de dar a luz, acosada por deudas contraídas con aquellos que la llevaron a Rusia y por las condiciones en las que vive, abandona al recién nacido. A partir de ese momento, seguimos a la joven mientras busca dinero con el que saldar la deuda, padeciendo las secuelas de un parto del que no se ha recuperado.
La seguimos, porque la cámara apenas se separa de ella, lo que hace que vivamos con creciente inquietud cada momento desde que Ayka abandona el hospital. Con Samal Yeslyamova como única protagonista, el retrato desesperanzador que realiza Sergei Dvortsevoy tiene poco más que ofrecer. Su inclusión en esta sección oficial se entiende desde el punto de vista social antes que desde el cinematográfico. Sin embargo, y a diferencia de otras propuestas vistas este año, Dvortsevoy es directo en su acercamiento a la miseria en la que vive el personaje. Sin erigirse en juez de la situación, ni embellecerla, busca dejar constancia de una realidad. Lo consigue, pero tiene poco más que ofrecer.
Con todas las piezas ya sobre la mesas, así ha quedado nuestro puzle de esta edición del Festival de Cannes:
- “Shoplifters” / “Burning”
- “Ash is the purest White” / “Cold war”
- “The wild pear tree”
- “Leto”
- “Three faces”
- “BlacKkKlansman”
- “Under the Silver Lake”
- “Asako I & II”
- “Dogman”
- “Lazzaro felice”
- “Plaire, aimer et courir vite”
- “Todos lo saben”
- “Ayka”
- “En guerre”
- “Yomeddine”
- “Un couteau dans le coeur”
- “Les fillies du Soleil”/ “Capernaum”
También tenemos una pieza que no logramos encajar:
- “Le livre d’image”
Y, sin hacer quinielas, me gustaría ver nombres como Lee Chang-dong, Hirokazu Koreeda, Andrew Garfield, Kirill Serebrennikov, Pawel Pawlikowski, Jafar Panahi, Tao Zhao o Spike Lee en el palmarés de esta tarde.