Brillante jornada en la que se han presentado los nuevos trabajos de Hirokazu Koreeda y Ryûsuke Hamaguchi, los dos realizadores japoneses en competición este año. Diferentes en temática y estilos cinematográficos, ambas películas han tenido una buena recepción.
En mi corazón cinéfilo, Koreeda siempre estará relacionado con los Festivales. En el Festival de San Sebastián le descubrí y desde entonces celebro y descubro cada una de sus películas. Tras el cambio de rumbo que significó “El tercer asesinato” el realizador ha presentado “Shoplifters” con la que retoma muchos de los temas ya tratados anteriormente, pero lo hace con la maestría acostumbrada. Y sí, le relacionaré con este Cannes porque algo me dice que ya he visto la que va a ser mi película favorita de esta edición.
“Shoplifters”: el regreso de Koreeda al drama familiar
Una de las cosas por las que resulta fascinante del cine de Koreeda es por la manera con la que va introduciendo el drama dentro de sus historias. Desde el principio casi siempre, pero intercalándolo con momentos que, como mínimo, harán sonreír al espectador. Progresivamente, nos va mostrando aquello que esconden las sonrisas, mediante transiciones tan sutiles que nos van conduciendo a los elementos más desgarradores de sus películas. En esta ocasión, lo que comienza como un juego (un padre y un hijo robando en un supermercado), se mostrará como la cara amable de unas relaciones familiares y personales desestructuradas.
En “Shoplifters” koreeda vuelve su mirada al núcleo familiar y, de nuevo, plantea cuestiones sobre qué es una familia, la maternidad, qué es el bien y qué la verdad. Cuestiones que ya había planteado en “Nadie sabe” o en “De tal padre, tal hijo”, por ejemplo. De hecho, de esta última retoma el cuestionar la importancia de la biología en las relaciones familiares. Pero retomar no es reiterar, ya que en ningún momento tenemos la sensación de volver sobre los pasos que ya dimos en sus anteriores películas. Y ese es uno de los méritos más fácilmente destacables de la cinta.
Koreeda es ese profesor que, tras haber dado unas clases completísimas, nos deja examinarnos pertrechados con todo el material que consideremos necesario. Quienes han padecido este tipo de profesor, saben que no habrá libro que nos proporcione la matrícula de honor. Pero es probable que las lecciones aprendidas perduren en nuestra memoria por mucho tiempo. Quien entra en el juego que nos plantea, a quien no le moleste acabar con más preguntas que respuestas nos haya podido dar el director, disfrutará de “Shoplifters”, que se convierte en la ejecución de un estilo ya totalmente perfeccionado.
Como es habitual en su cine, Koreeda nos vuelve a dejar toda una colección de personajes complejos en lo individual y aún más en lo colectivo. Pero a pesar de sus faltas y defectos, se establecen vínculos sinceros entre ellos. Bien escritos y bien dirigidos, hay que resaltar el trabajo actoral tanto de los adultos (Lily Franky, Sakura Ando, Kirin Kiki) como de los dos pequeños que dan vida a Shota (Jyo Kairi) y a Juri (Sasaki Miyu). La pequeña es el personaje de más corta edad, pero su relación con el resto es el punto de partida de varios hilos argumentales.
Algo que llama la atención en “Shoplifters” es el uso del espacio. El pequeño apartamento que comparte la familia, es donde sucede gran parte de la acción. Un espacio repleto de objetos, cajas y muebles amontonados como recuerdos, en el que la intimidad es un concepto inalcanzable. En ese espacio reducido tienen cabida la ternura, el cariño y el dolor. También es muy interesante, una vez más, el uso del fuera de plano. El montaje, del que también es responsable Koreeda, es un trabajo brillante. En una película en la que todo está planificado y medido para que tenga un determinado efecto en pantalla, es significativa le frescura que tiene el resultado final.
Repasando todo lo dicho hasta ahora, puede parecer que la película no aporta nada nuevo a la filmografía del director. No es así. Es una confirmación de su estilo, mostrado en esta ocasión con una agudeza y una perfección que convierten a “Shoplifters” en un título ya referencial en su filmografía.
“Asako I & II”: el romance duplicado de Asako
“El hombre duplicado” es una novela de José Saramago que fue adaptada, libremente, al cine por Denis Villeneuve en “Enemy”. La historia de esos dos hombres prácticamente idénticos físicamente, pero de personalidades totalmente diferentes, se convertía en una película enfermiza y desasosegante. Sin evocar la sensación de claustrofobia como lo hacía “Enemy”, “Asako I y II” muestra las relaciones amorosas de Asako (Erika Karata) y Baku / Ryôhei, doble papel interprestado por Masahiro Higashide, que es quien realiza el mejor trabajo actoral de la película.
La cinta plantea un conflicto que el espectador no percibe con la intensidad que debería: el conocer a un hombre que es la viva imagen del que fue el amor de tu vida, que te abandonó (saliendo de casa con la excusa de ir a comprar unos zapatos, nada menos); el inicio tortuoso de una relación que, se mire por donde se mire, es más saludable que la anterior; la presencia de la duda de si este nuevo amor es verdadero o una prolongación de algo que se extinguió; y el regreso del primer amor (debidamente calzado), plantea situaciones lo suficientemente tensas y abiertamente dramáticas que no se transmiten. De hecho, sorprende que una mujer como Asako, con inquietudes culturales, no se haya percatado que su antiguo amante se ha convertido en un famoso modelo publicitario y actor de televisión.
A pesar de ello y de lo poco verosímil que nos pueda parecer el último tramo de la película, el trabajo de Higashide hace que la película funcione, mostrando un carisma del que carece totalmente su compañera. Además del trabajo del actor, destaca la fotografía de Yasuyuki Sasaki (en la que abunda el blanco). El trabajo de ambos saca adelante una cinta un tanto desigual.
Con todo esto, ¿existe alguna duda sobre qué película se pone en primer lugar entre las favoritas? Con lo visto hasta ahora, así quedaría la sección oficial:
- “Shoplifters”
- “Ash is the purest White” / “Cold war”
- “Leto”
- “Three faces”
- “Asako I & II”
- “Plaire, aimer et courir vite”
- “Todos lo saben”
- “Yomeddine” / “Les fillies du Soleil”
- “Le livre d’image”