Mar. Mar 19th, 2024

Curiosamente la tercera jornada ha estado dominada por monstruos de verdad y ficticios con propuestas que van del realismo al surrealismo.

Es interesante cómo van pasando los días sin uno darse cuenta. Eso es debido sobre todo a que uno entra en la rutina de levantarse ir al cine, visionar las películas, intentar alimentarse e hidratarse si las colas lo permiten, y finalmente regresar a la habitación con un subidón de adrenalina, porque sabes que hay que escribir la crónica a toda velocidad. Es la tiranía a la que se ve sometido el periodista. Por lo menos el viaje en autobús de cuarenta minutos es un tiempo valioso para ir poniendo en orden las ideas e ir enfocando el texto. Me comentaba nuestra compañera Imma que usara el aplausómetro. En este festival no podemos hacer uso de él porque el público de este certamen está resultando ser muy tímido. Apenas aplauden, hay como esbozos, a pesar de que les haya gustado. Parece que por aquí no son de hacer ovaciones cerradas y soltar exabruptos como en Cannes. Y eso que el día de hoy ha dado mucho de si, porque hemos visto películas que en otros festivales hubieran generado muchos aplausos o sonoras pitadas. Así que ha llegado el momento de adentrarnos en lo que ha dado de si la jornada

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“The Darkness”: Los monstruos existen

Comenzamos adentrándonos en la sección «After Dark» de la mano del realizador Daniel Castro Zimbrón, que se ha vuelto a rodear de sus amigos y habituales colaboradores para realizar este nuevo, espléndido y estimulante filme gótico. En lo profundo de un brumoso bosque hay una cabaña habitada por un padre y tres hijos. Estos se esconden de un monstruo que está acechándoles periódicamente. Tras una de las salidas para intentar darle caza el hermano mayor desaparece, y a partir de ese momento los hijos pequeños comienzan a cuestionar el juicio de su padre. El joven cineasta mejicano construye este cuento gótico de estética apocalíptica, donde brilla todo el reparto, desde Brontis Jodorowsky hasta los desconocidos Camila Robertson Glennie y Aliocha Sotnikoff, que poseen una mirada profundamente cautivadora. Este estilizado y cautivador relato de suspense, está construido sobre un inteligente guion que posee ecos del novelista Cormac McCarthy, o de obras como “El espíritu de la colmena” (Víctor Erice, 1973) o “El laberinto del Fauno” (Guillermo del Toro, 2006). “Las tinieblas”, título original del filme, es claramente existencialista y posee una gran carga de crítica social. Ese padre que es como un Dios, que crea una realidad peor de la que en realidad hay fuera de la cabaña. Es como nuestros gobiernos que nos siembran el terror ante distintas cosas para que no pensemos que hay más allá. Al igual que esa máscara cotidiana que algunos llevan puesta y raramente se quitan. Además, Castro a diferencia de los típicos productos hollywoodienses, rehúye de andar dando explicaciones de todo, generando un margen de libertad al espectador para que rellene determinados huecos argumentales.

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“Paradise”: Cuando los monstruos son reales

Dentro de la sección «International Feature Competition» hemos podido ver el último y magnífico trabajo del realizador ruso Andrei Konchalovsky. Se trata de una coproducción ruso-germana rodada en blanco y negro con un formato de 16mm. La película nos cuenta la historia de tres personajes que están entrelazados en la Europa nazi: una mujer rusa acusada de ser miembro de la resistencia francesa que es detenida por ocultar a dos niños judíos; el colaborador francés que le atrapa; y un aristócrata e ingenuo oficial de la SS que es destinado al campo de concentración donde acaba siendo destinada la presa rusa. Konchalovsky construye un formidable guion donde cada uno va contando su parte de la historia mediante declaraciones como si estuvieran en un interrogatorio, mezclado con flashbacks donde se narran los momentos en que sus vidas se cruzaron fatalmente. Curiosamente tenía a un ruso sentado a mi izquierda y a una joven estadounidense a mi derecha. El filme se sustenta sobre dos ideas matrices, la primera es que a veces el mantenernos fiel a una convicción nos acarrea un elevado coste, y la segunda es que es imposible que exista un paraíso sin un infierno. Por eso la presa rusa irónicamente se sentía en un paraíso dentro del infierno nazi. De este filme hablaremos mucho más, porque seguro que acabará en la carrera de los Oscars, y tiene muchas bazas para ganar en esta sección. Es un filme profundamente conmovedor. Durante el visionado el visionado me pasó una cosa muy curiosa, a los quince minutos de proyección la joven se entregó a las manos de Morfeo y comenzó a roncar cosa mala. En cambio, el pobre señor ruso al final del metraje comenzó a llorar amargamente. Para finalizar sólo podemos añadir que vemos totalmente merecido el premio al mejor director en la pasada edición del Festival de Venecia.

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“United States of love”: Amor a contracorriente

Seguimos en la misma sección para hablar del tercer filme escrito y dirigido por el cineasta polaco Tomasz Wasilewski. En él nos cuenta la historia de cuatro mujeres: Agata, Iza, Renata y Marzena. Tienen en común que viven en un momento trascendental de la vida política del país, la disolución del bloque soviético en 1990. Viven una auténtica revolución social. A pesar de la promesa de unificación, estas mujeres se sienten solas y a la deriva. No se sienten correspondidas en el plano amoroso, llegando las cuatro a obsesionarse. Este interesante filme posee una clara vocación austera, carece de adornos, de música extradiegética que vaya guiando al espectador. Wasilewski firma este largometraje contundente, donde teje las cuatro historias con suma inteligencia. Aunque la espectadora que estaba sentada detrás de mí, le pedía a su acompañante que el explicara que había pasado durante los títulos de crédito. Os recomendamos este drama de cuatro mujeres en busca del amor porque está narrado con suma sensibilidad. Estos personajes que tienen que lidiar con hombres machistas tanto dentro como fuera de la cama, tratando de liberarse de las convenciones religiosas y las ataduras conservaduristas.

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We are the flesh”: Deseo carnal

Dentro de la sección «After Dark» hemos podido ver “We are the flesh”, que es la mal traducción al inglés del título original “Tenemos la carne”. Como puede comprobar el lector español aquí los equipos de marketing también son igual de imaginativos a la hora de traducir del castellano al inglés. Durante el visionado escuchaba a una pareja de españoles que tenía a mi derecha que decían que tenían muchas ganas de ver este largometraje porque habían leído una reseña en “El país” diciendo que había conseguido el record de deserciones. Lo cierto es que España no te reconozco. Que a estas alturas la platera española se escandalice y abandonen la sala y que la estadounidense la vean reverencialmente en silencio y disfrutándola, me parece de indios. Al igual que no entiendo como aquí nadie me ha pedido el carné de identidad mientras que en España sí. En fin, el mundo al revés.

Esta genial ópera prima está firmada y dirigida por Emiliano Rocha Minter. Estamos ante una propuesta de cine de autor, donde nos cuenta como un par de hermanos entran en un edificio habitado por el solitario Mariano en busca de refugio. Este poco a poco se irá apoderando de sus voluntades iniciándoles en toda una serie de ritos donde irán transgrediendo las leyes sociales y religiosas, rompiendo toda una serie de tabúes. El filme posee una clara vocación provocativa, por eso su amplio marco referencial que va desde el cineasta mejicano Alejandro Jodorowsky, pasando por el italiano Pier Paolo Pasolini, para volver a las raíces mejicanas de la mano del productor Carlos Reygadas. El personaje de Mariano es una revisión surrealista del Marqués de Sade. Sexo, drogas, canibalismo y ritos ancestrales se dan cita en esta provocadora propuesta regida por los mitos de Eros y Thanatos. La puesta en escena es sumamente lisérgica, y es espléndida la organicidad del espacio creado por Rocha, donde los dos hermanos renacen en un nuevo plano existencial carente de ataduras sociales, morales o religiosas. Al igual que el uso de colores, fotografiando en colores cálidos los genitales femeninos en contraposición de los colores fríos para los masculinos. Resulta vibrante la mirada de este novel realizador con esa cámara en constante movimiento para ilustrarnos pecados como el incesto, tanatofilia o canibalismo, y sus fotogramas poseen una gran plasticidad.

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Una vez más hemos tenido suerte con los cuatro largometrajes seleccionados para el día de hoy, aunque he de confesar que en mi programación personal tenía lo nuevo del iraní Fahardi, pero como no había localidades lo he cambiado en el último instante por el filme polaco. A ver qué tal mañana, es hora que me entregue a los brazos de Morfeo y poder roncar a placer sin molestar a otros espectadores. Ya sabéis mañana, más y mejor, eso esperamos.

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

Un comentario en «Festival Internacional de Cine de Chicago 2016 (Día 3): Entre monstruos imaginarios y reales»
  1. Los gringos son un poco raritos para todo. Es como si se pasasen la vida estreñidos jajajaj. Solo cuando llegan a España les entra la diarrea mental y se sueltan el pelo y no hay quien les ate. La peli «The Darkness» parece bastante interesante en su planteamiento, tendremos que verla. El dia 24 comienza el gran maraton de cine por 2,90. Ya ire contando lo que veo. Voy hacer una lista y el cine donde la ponen. La tarde con el culo pegado al asiento

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