El nivel de la programación demuestra una vez más ser excelente, y el plato fuerte del día es el nuevo trabajo del islandés Baltasar Kormákur.
Algo maravilloso que tiene el cine es que nos iguala a todos, da igual de qué raza seas, qué religión profeses, cuál sea tú tendencia política o preferencia sexual, el cine nos fascina a todos por igual. Consigue enamorarnos a todos. De ahí que este año el lema del certamen sea «Because everybody loves movies» [Porque todos amamos el cine]. Los organizadores han escogido a cuatro reputados realizadores y les han pedido que resuman esta idea en 4 cortos de 60 segundos de duración que son proyectados aleatoriamente antes de cada proyección. “Future reloaded” es el firmado por el director polaco Krzysztof Zanussi y es un homenaje al cine musical de tintes un tanto surrealistas. “Because everybody loves movies” de Julian Grant está realizado con animación siguiendo la técnica del stop-motion usando plastelina y juguetes. “Lost Video Recording” es el firmado por la realizadora nacida en Chicago, Kaitlin Martin, que posee un corte muy experimental, y finalmente tenemos “Everybody falls in love” de Susan Smith y Ana Mandel de corte mucho más tradicional. Los de Zanussi y Grant son mis favoritos, a pesar de que el polaco consiga que se le mueva la lentilla al patio de butacas, porque algunos espectadores no acaban de coger el mensaje. Lo que más me gusta de la idea es que se puede contar una historia entrañable, que te perturbe o que te evoque algo en tan sólo sesenta segundos. Y tras los cortos vienen los sponsors y finalmente las películas, que es a lo que hemos venido…
“Layla M.”: Los soldados de Alá
Mijke de Jong escribe y dirige este filme visto en la sección «International Feature Competition». Este necesario y oportuno largometraje nos cuenta como una adolescente holandesa llamada Layla, cuya familia procede de Marruecos, harta de la discriminación que ella y otros musulmanes sufren a diario en la ciudad de Amsterdam, decide tomar medidas. Las protestas callejeras y el activismo harán que poco a poco acabe encontrándose con los sectores más radicales y fanáticos de la religión que profesa. Este trabajo destaca por su valiente guion que nos muestra de una manera coherente el proceso para que una persona europea acabe apoyando y entendiendo a las facciones más radicales de una religión. Sigue una lógica aplastante y simple. Ahí es donde brilla la joven actriz Nora El Koussour que nos ofrece una extraordinaria actuación como la rebelde y obstinado Layla. El realizador marca muy bien los tempos de la evolución psicológica del personaje. Porque la gran ironía es que Layla es una adolescente con una marcada y fuerte personalidad, que cree en la identidad de la mujer, en la igualdad de derechos, y poco a poco, a medida que abraza la causa radical, ella estará más esclavizada, perdiendo su autonomía y personalidad por completo. Lo mejor es saber si ese viaje tiene retorno o no en nuestro actual sistema. El autor holandés dibuja un panorama crudo, sin caer en maniqueísmos baratos, dejando un gran margen de libertad al espectador para que tome su postura. Jong rehusa a dar su opinión en todo momento. Solo se limita a exponer una serie de problemas y elementos lógicos en una ecuación muy compleja. “Layla M.” por desgracia es un drama de rabiosa actualidad, es un viaje al corazón del reclutamiento de integristas en Europa, perfectamente ejecutado y brillantemente interpretado. Por esos motivos no podemos hacer otra cosa que recomendarla, a pesar de su demoledor y noqueante punto y final.
“The daugther”: Los secretos y mentiras de una familia burguesa
De Argentina llega a «World Cinema» este filme firmado por Luis Sampieri. “La hija” nos relata el duro fin de semana de la familia Amado. Poco a poco el espectador irá descubriendo sus miserias, secretos, mentiras y envidias. Como los hijos va dilapidando la fortuna de Don Horacio, de manera irreversible. La lucha entre los hermanos por controlar todo, pero hay algo con lo que no cuentan y es que su criada inesperadamente da a luz a una hija. Este hecho hace que los resentimientos y las intrigas afloren. A fuego lento el autor argentino va desarrollando esta tragedia burguesa. Va diseccionando poco a poco y con pulso firme a cada miembro, sacando todo lo que llevan dentro. Sampieri juega a darle una falsa estructura circular al filme al empezar y acabarlo con ese primer plano de Dominga, la criada, que pone de relevancia que ninguno de ellos ya no serán los mismos después de ese tomentoso fin de semana. Otro de los puntos fuertes de este drama argentino es su excelente reparto, que llegan a resultar verdaderamente odiosos.
“The oath”: La venganza es un plato que se sirve frío
El cine nórdico desembarca con fuerza en el festival de la mano del excelente realizador islandés Baltasar Kormákur. En este caso, escribe, dirige e interpreta a Finnur, un cirujano cardiovascular que lucha por sacar a su hija Anna del mundo de las drogas. Esto se convierte en un grave problema porque Anna está profundamente enamorada de Óttar, su camello. A su vez, Óttar decide sacar partido y comienza a extorsionar al cirujano. Por eso tomará medidas drásticas para sacar de sus vidas al traficante de drogas. Tras su incursión en la industria hollywoodiense que le llevó a realizar un remake titulado “Contraband” de una obra suya “Reykjavik-Rotterdam”,”2 guns” y “Everest”, regresa a su Islandia natal para ofrecernos un intenso thriller. Este largometraje posee una faceta visual muy cuidada. La excelente y gélida fotografía se ve arropada por una banda sonora, donde el verdadero protagonista es la percusión, que marca el ritmo con fuerza. La historia atrapa desde el primer momento al espectador, Kormákur busca que el patio de butacas empatice desde el primer minuto con ese padre de familia que hará lo que sea por salvar a su hija del narcotraficante. Desde el momento en que entra en juego la policía le sirve al guionista para dar otro ángulo de lectura al filme. Destaca de la narrativa visual del realizador islandés sus travellings de vértigo, el constante juego con la profundidad de campo para poner de relieve sentimientos encontrados. “The oath” es fascinante, atrapa y cautiva, posee mucha tensión y en su clímax posee un giro de guion sumamente oportuno, que da sentido al título del filme “falso testimonio”, que obviamente dará lugar a que esa familia nunca vuelva a ser la misma.
“The View From Tall”: Todos merecemos ser conocidos
Y finalizamos la jornada regresando a una de nuestras secciones favoritas “U.S. Indies” para ver la ópera prima firmada por Erica Weiss y Caitlin Parrish. Esta tierna y romántica tragicomedia tiene como protagonista a Justine, una adolescente acosada por sus compañeros de clase del Instituto, porque cometió el error de acostarse con su profesor de lengua inglesa. Eso hace que se recluya en su mundo, por ese motivo sus padres la obligan a ir a una terapia. Douglas, su terapeuta, al principio no lo tendrá fácil, pero poco a poco se irá ganando su confianza. Coincidencias que nos depara el festival, sus realizadoras al igual que Sampieri en “The daugther” le otorgan una falsa estructura circular al comenzar y finalizar el filme con un primer plano de la protagonista. En este caso con un mensaje mucho más esperanzador y vital, porque Justine a diferencia de Dominga tiene todo un brillante futuro por delante. Caitlin Parrish concibió a los 18 años “The View From Tall” como una obra de teatro. Ahora ha conseguido ella misma llevarla en compañía de Weiss al cine. Este proyecto paso de mano en mano, porque nadie confiaba que dos mujeres jóvenes pudieran llevar a buen puerto este proyecto. Por ese motivo, decidieron buscar a otra joven mujer para financiar esta romántica aventura, y lo consiguieron. Así que para abaratar costes, decidieron buscar actores de teatro locales y quedarse en Chicago. Esta tierna historia low cost rodada en 17 días, está construida sobre un inteligente y hermoso guion en el que los personajes de Douglas y Justine acabarán ayudándose mutuamente. Es todo un acierto que la fotografía de Stephanie Dufford siempre nos dé el punto de vista la adolescente, para que el espectador no la enjuicie en ningún momento y empatice con su problema desde el primer instante. De tal forma que Jason, el profesor de lengua, es sólo un motor dramático para sacar a la luz la verdadera historia que es la relación del terapeuta y la estudiante. Una relación sustentada en un vertiginoso quid pro quo, donde ambos personajes se irán abriendo para posteriormente ayudarse. Destacar la conmovedora actuación de Michael Patrick Thornton y Amanda Drinkall, y sería injusto no mencionar a Carolyn Braver que da vida a Paula, la hermana pequeña de Justine, que consigue brillar a pesar de que su personaje sea sumamente desagradable.
Es un placer volver a casa a escribir esta crónica con un buen sabor de boca, habiendo vivido momentos románticos y otros con el corazón en un puño. Eso es el cine. Por eso amamos el cine. Así que ha llegado el momento de irse a descansar para ver qué sorpresas nos depara la octava jornada, donde el plato fuerte se sirve crudo y se llama “Raw”.
«Layla» o la realidad. Siento un poco de angustia pero es lo que esta pasando actualmente. Los jovenes cada vez son mas cultos. Con las nuevas tecnologias disponen de mas datos (unos reales otros manipulados). Eso provoca su rabia ante las injusticias sociales. Lo cruel de esto, es que siempre hay alguien que se aprovecha. Es muy fácil manipular la mente de un jóven. Tiene unos parametros conductuales en constante transformación. Es una pelicula que me gustara ver. Menudos ojazos tiene la actriz