Mar. Mar 19th, 2024

Una jornada muy especial donde hemos podido ver cine muy artístico, de terror, periférico y algún robo que otro.

Algo que disfruto mucho son las respuestas del gran público ante un filme. Son de lo más variado y muy viscerales, a veces. Por ejemplo, sin ir más lejos, hoy en un pase había una pareja haciéndose un selfie antes de la proyección. Eso es lo que podríamos decir inmortalizar su paso por el Festival. Ayer, dos señores cuarentones tras la película de Bellochio, un dramón de esos que te deja la lágrima a punto de brotar, uno le dice a su amigo: “Le podía haber quitado una hora y no pasa nada. ¡Qué aburrimiento de madre!”. Durante el visionando de “Raw”, una chica no paraba de gritar reiteradamente a pleno pulmón: “Oh! My God!”. Al final de la proyección, no lo pude evitar y le dije: “Creo que te ha gustado mucho”, y me contesto con total sinceridad: “Es que soy muy emocional”. Hoy durante la proyección de los títulos de crédito iniciales de “Imperfections”, la platea aplaudía y vitoreaba cada nombre. Y finalmente, una dulce abuelita que estaba en el pase de todo un dramón, concretamente “Ordinary people” se gira y le dice a su hija: “Es la peor película que he visto jamás” Esto evidencia que el cine es muy subjetivo, que para gustos los colores. Por eso, cuando alguien dice que le ha gustado o no un largometraje hay que saber respetar su opinión, porque el cine, como todo arte, a cada uno le despierta unas emociones concretas. Por ese motivo tiene su razón de ser estas crónicas que escribimos con toda nuestra mejor voluntad, para contaros en nuestra humilde opinión que ha sido lo más destacado, o nuestro particular descubrimiento.

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“Are we not cats”: un romance muy félido

En la jornada de hoy nos ha sorprendido Xander Robin, cineasta forjado a fuego lento en el campo del corto que da su salto al largometraje con este provocador filme visto en la sección «New Directors Competition». Este filme nace de un corto homónimo realizado en 2013, que nos cuenta la historia de un joven neoyorquino llamado Eliezer, un perdedor en toda regla. Pierde su trabajo, su novia, y sus padres se marchan a vivir a Arizona. Su padre le promete regalarle el camión a cambio de que se lleve todas sus cosas en menos de un día. Lógicamente, Eliezer que quiere el camión para buscarse la vida, acaba haciendo del camión su casa. Un amigo le consigue un trabajo. Este consiste en llevar un motor de una máquina pesada a otra ciudad. Allí conoce a Anya, una joven que se comporta como una gata, hasta tal punto que se come el pelo de sus amantes. Este es un claro ejemplo de película de festival, porque sus oportunidades de explotación convencional son limitadas, a pesar de que en el fondo estemos ante un largometraje lleno de ternura. En primer lugar, por su nada o poco convencional argumento donde explora los vínculos del amor, a través del pelo. De tal forma que la relación entre Eliezer y Anya posee un claro y potente componente animal. A su vez, la trama le sirve a este joven autor de Brooklyn para hacer un viaje al lado oscuro de la american way of life, esa gente sin recursos, pobres, que no tienen dónde comer o dormir. Y en segundo lugar, por su creativa narrativa. Robin nos demuestra tener un estilo visual distinto, donde crea arte con cosas recicladas o sacadas de la basura, creando un entorno de realismo mágico que sustenta esta romántica relación, donde su maravillosa banda sonora integrada por temas del mundo del rhythm and blues, soul y jazz, termina por generar el ambiente idóneo de este particular universo.

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“The autopsy of Jane Doe”: Los hijos siempre pagan los errores de los padres

Para desengrasar un poco nos dimos una vuelta por la sección «After Dark» para ver el último pase de este largometraje, porque anda en boca de todos. Este filme estadounidense firmado por André Øvredal nos sumerge en el particular mundo de una funeraria familiar Tilden, situada en Grantham (Virginia). Tras un día de trabajo rutinario, el sheriff local llega con el cadáver de una hermosa mujer joven no identificada. Esta autopsia le corre prisa porque tiene a la prensa esperando y no tiene la mejor idea de cuál ha podido ser la causa aparente de la muerte. Por ese motivo, el hijo cancela sus planes y se une a su padre en este particular trabajo. A medida que van examinando el cadáver comienza a descubrir cosas y a suceder cosas extrañas. Es una película sumamente entretenida, que te atrapa completamente. Es muy interesante la personalidad de Tony, el padre. Un hombre tenaz, que no para hasta encontrar el motivo de la muerte de una persona. Es más, considera que todos tenemos secretos, guardados de una manera más superficial o profunda. Los guionistas, por su parte, van dosificando la información adecuadamente para captar y mantener la atención del espectador. Y oportunamente, cuando parece que la historia comienza a estar agotada, le dan un giro que transforma por completo el filme. Emile Hirsch y Brian Cox están formidables. Es más, es posiblemente, el principal reclamo de esta película morbosa de terror.

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“Ordinary people”: no sin mi hijo

Una vez más, apostamos por el cine periférico, y nos adentramos en la sección « World Cinema» para ver esta cinta filipina firmada por el realizador Eduardo Roy Jr. Este gran drama nos cuenta la vida en las calles de una pareja de jóvenes llamados Aries y Janes. Estos no tienen recursos, viven literalmente en la calle, duermen sobre cartones, y tienen un niño de un mes, baby Arjan. Se ganan la vida robando. Un día, un travesti, se acerca a Jane y le dice que le compra pañales y algo de comida. Cuando van a pagar y a guardar en bolsas las cosas, Jane le pasa Arjan al estafador, que sigilosamente acaba desapareciendo con su bebe. A partir de este instante, Jane y Aries se desvivirán por encontrar a su bebé, y harán cualquier cosa.  Sutil y magnífico drama callejero de tintes realistas, casi documental. El joven realizador filipino hace un uso perfecto de los silencios, y remarca la veracidad del relato simulando que los delitos grabados por cámaras de vigilancia. Estos se nos muestran en blanco y negro, y con ausencia de sonido. Esta decisión genera una tensión añadida a la narración de los acontecimientos. Formidable la pareja de actores integrada por Ronwaldo Martin y Hasmine Kilip, que dan vida a Aries y Jane respectivamente. En ellos se ve aprecia la desesperación por encontrar al estafador, pero la vida en la calle es dura, y todos querrán obtener su beneficio del sufrimiento de esos jóvenes padres. Roy jr. construye un relato de denuncia social, de unos pobres que intentan sobrevivir en una jungla de asfalto. A su vez, describe el machismo imperante en la sociedad. Por ese motivo os recomendamos seguirle la pista a este largometraje.

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“Imperfections”: haz algo con tu vida

Finalizamos la jornada en el marco de la sección « U.S. Indies» con este filme low cost realizado en la ciudad de Chicago, y que también se ha proyectado en el Festival de Cine de Austin. “Imperfections” nos cuenta como Cassidy, una joven actriz, va de casting en casting en busca de una oportunidad en el mundo del cine y la televisión. Para sobrevivir trabaja en un restaurante. Por ir a una audición es despedida. Su madre, que tiene un romance con un joyero, le encuentra un empleo como repartidora de diamantes. Un día al salir de trabajar el hijo del joyero, Alex, le cuenta un plan muy loco. En uno de sus repartos, se dejará robar por alguien conocido para defraudar a su compañía de seguros. Cassidy acepta, y piensa que la persona idónea para el trabajo es su ex novio. Pero como siempre, no hay plan perfecto. El músico escribe y dirige esta ópera prima, que en la complejidad de su argumento encuentra su talón de Aquiles. Lo que empieza como una comedia resuelta, se torna en una película de robos. Hasta aquí todo perfecto, si Singer hubiera seguido por este derrotero. Pero, ambiciosamente, abre una trama de relaciones entre padres e hijos, y entre los propios progenitores, que lo único que hace es comprometer el resultado final. A pesar de tener un gran reparto liderado por Ed Begley Jr., del que destacamos especialmente a la actriz Virginia Kull, por su papel de Cassidy. Eso lleva a Singer a resolver el robo de una manera precipitada y ciertamente inverosímil. En su favor también podemos decir que Singer sabe darle el tempo a la parte cómica del guion, con chistes muy logrados. Es una pena, porque este trabajo hubiera funcionado mejor si argumentalmente hubiera sido más ligero.

Con este trabajo rodado en la ciudad de Chicago damos por cerrada una de las secciones del festival, y mañana esperamos ver otros cuatro largometrajes. Nuestro plato fuerte es “Kaleidoscope”. Esperamos que no defraude el actor británico Toby Jones.

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

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