Mar. Mar 19th, 2024

En la sexta jornada ha cobrado un gran protagonismo el cine periférico, que nos demuestra su gran salud y solvencia.

Pocos son los cantantes que le ha dedicado una canción a la ciudad de Chicago. La fama se las lleva otras como Nueva York, San Francisco o Los Ángeles, a las que U2, Frank Sinatra o Madonna le han dedicado algún que otro tema. Como dice mi abuela, unos llevan la fama y otros cardan la lana. Me gusta el aire de tranquilidad que se respira por el centro, su núcleo urbano no resulta estresante. La gente camina sin prisa, erguidos, con energía, como si estuvieran andando por una pasarela. Es más, sus habitantes visten con mucho estilo. Uno de mis pequeños placeres es sentarme a tomarme un machiatto, como llaman los lugareños al típico cortado, cuando me deja mi apretado horario, en la terraza de una cafetería cercana al cine para ver la vida pasar. Desde mi silla puedo ver como los rascacielos respiran arte a diferencia de Nueva York. El historicismo, el más puro estilo internacional o el racionalismo se funden un precioso skyline que domina la ribera del canal. Eso sí, luego llega la cuenta y se te pasa todo, porque el cortado te cuesta tres dólares, 2,99 para ser más exactos. Es una ciudad muy cara, no tanto como Boston o Nueva York, pero por ahí le ronda. Para que os hagáis una idea, las entradas de una sesión normal del certamen cuesta 15 dólares, salvo las de las sesiones especiales que cuestan 25$.

Os prometo que el paseo que os haré por las distintas secciones del festival os saldrá totalmente gratis, y encima saldréis con alguna recomendación.

I promise you anarchy

“I promise you anarchy”: Ordeñando la sangre al pueblo

Julio Hernández Cordón nos brinda un fresco demoledor de la sociedad mejicana titulado “Te prometo anarquía”, que hemos podido disfrutar dentro de la sección «World Cinema». El largomentraje nos cuenta la historia de Miguel y Johnny, dos jóvenes que comparten su pasión por el skateboard, el sexo y las drogas. Para costearse los vicios venden su sangre en el mercado negro a los narcos. Y de vez en cuando reclutan gente para que vendan su sangre. El autor mejicano estiliza la realidad, de tal forma que nos muestra a cámara lenta los travellings de los skaters surcando la ciudad, o bien usa el color rojo para denotar el amor pasional entre los dos jóvenes. Es muy interesante como en la composición de los planos siempre hay algún elemento en movimiento, que acaba captando la atención del espectador. Cordón dota de contenido a este intenso drama donde no caben las lealtades. Critica abiertamente a los cárteles del narcotráfico, que ven a los ciudadanos como ganado, porque los acaban exprimiendo y matando sin la menor consideración. También se puede leer el discurso de este magnífico guion en clave marxista, dejando claro que la lucha de clases sigue existiendo. Miquel a diferencia de Johnny, como pertenece a la clase alta, tiene más opciones de salir airoso del enorme problema en el que se verán envueltos.

miles

“Miles”: Las peras y las manzanas no se juntan

La tolerancia como valor social llega al certamen de la mano del cineasta independiente estadounidense Nathan Adloff, con este filme de marcado carácter autobiográfico. Habíamos visto tragicomedias donde las chicas quieren jugar al fútbol, como en el caso de “Quiero ser como Beckham” (Gurinder Chadha, 2002). Pues bien, en este caso es Miles, un adolescente gay, el que quiere jugar al voleibol en un equipo femenino porque su meta es salir de Pondley, el pequeño pueblo en el que vive. El motivo es que su padre acaba de morir, y ha dilapidado todos los ahorros familiares en comprarle un deportivo a su amante. Así que la única forma para acceder a los estudios universitarios es a través de una beca de voleibol. A pesar de que cuenta con el beneplácito de la entrenadora y de sus compañeras de equipo, el resto de los pueblos del estado de Illinois se niegan a enfrentarse a ese equipo femenino porque hay un varón en la plantilla. Molly Shannon y Paul Reiser son lo mejor de este bienintencionado largometraje. Su mensaje es necesario porque es un canto a la tolerancia, y siempre es inspirador ver una historia de superación, pero “Miles” posee los típicos problemas de las películas basadas en hechos reales. Además, intenta jugar con el corazoncito de los cinéfilos, porque el joven trabaja como proyeccionista en un cine, pero Adloff no sabe rentabilizar esta gran baza. Es una pena, porque a pesar de que hay momentos cómicos bastante logrados y la historia posee su cierto interés, el filme acaba por no funcionar sobre todo por el tono elegido por el cineasta independiente para narrarnos los hechos.

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“The salesman”: buscando al viajante

El cineasta iraní Asghar Farhadi, sin temor a equivocarnos, es una de las grandes figuras del cine iraní. El realismo está cobrando una gran importancia últimamente, y concretamente esto se apreciaba en su formidable trabajo titulado «Nader y Simin: Una separación». Ahora llega al Festival colgando en los dos pases el cartel de todo el aforo vendido. Por suerte, conseguimos una entrada para verla. La platea estaba entregada al cineasta que participa dentro de la sección «International Feature Competition». El filme viene avalado de Cannes donde se alzó con el premio al mejor actor y al mejor guion. “The salesman” nos cuenta como en medio de la noche Emad y Rana tienen que abandonar su casa, porque el edificio está a punto de caerse. La pareja forma parte de una compañía de teatro que está representado “La muerte de un viajante” de Arthur Miller. Babak, uno de los integrantes de la troupe, les encuentra una casa. Una noche tras una de las representaciones, Rana va a ir ducharse. En ese momento suena el portero automático y pensando que es Emad abre sin preguntar a alguien que confunde a Rana con la anterior inquilina, desatando la tragedia.

Farhadi realiza un ejercicio de estilo al mezclar realidad y ficción, de la misma manera que ya lo hiciera el cineasta francés Louis Malle con su extraordinaria película, “Vania en la calle 42”. En este caso, el objeto literario es la obra Miller, que es una crítica a la idea de progresar en la vida sin considerar los principios éticos. El personaje creado por Farhadi, Emad, en su obsesión por descubrir la identidad del atacante de Rana y humillarle públicamente, acabará dejando a un lado los suyos en contra de la opinión de su esposa. La madurez del cineasta iraní se aprecia en como juega con los elementos en la composición del plano. Nos referimos a los espejos como reflejo de una realidad, situados en lugares estratégicos como la escalera, en el escenario o en el armario. También nos brinda un plano secuencia en la evacuación del edificio. “The salesman” es una excepcional película, una tragedia con un reparto increíble, que sabe encontrar el tono a los personajes tanto en el escenario del teatro como en la representación de la realidad. Que obviamente se ha cerrado al representación con un sonoro aplauso del patio de butacas.

staying vertical

“Staying vertical”: la frustración del guionista

Y la gran desilusión vino de la mano del cineasta francés Alain Guiraudie, del que todos recordaréis el excepcional thriller El desconocido en el lago, que presentaba dentro de «World Cinema» su último trabajo. El filme sumamente pretencioso que nos cuenta la crisis creativa de un guionista de cine llamado Leo. Ante el bloqueo que sufre decide lanzarse a la carretera en busca de aventuras e ideas. Así es como acabará conociendo a una pastora llamada Marie, con la que tendrá un hijo. Pero al ver que no quiere avanzar en el compromiso de pareja, decide que tenga que asumir su paternidad a tiempo completo y le abandona. Así es como la vida de Leo entrará en un caos de grandes proporciones ya que su productor le exige la entrega de un guion que no existe. Personalmente, una de las obras que mejor han retratado la crisis creativa es sin duda “Barton Fink”. Sentir ese vértigo al folio en blanco. Guiraudie tiene sobre la mesa tres ideas pero que no acaba de ensamblarlas y hacerlas funcionar. En primer lugar, tenemos ese hijo con la pastora, que vemos nacer con toda crudeza. Posiblemente, el mejor momento de la película, un parto perfectamente retratado, totalmente natural. Esta secuencia simboliza el nacimiento de la idea. Luego tenemos la curandera, que trata de conectarle con la naturaleza. Esa musa que le ayudará a desarrollar su idea original. Y finalmente, tenemos a ese cordero, que simboliza la obra final, surgida del placer, que acabará siendo entregado a los lobos, metáfora de los espectadores, para ser devorado y despellejado. El grave problema es que el autor francés en este caso tiene tres ideas felices que no consigue engarzar de una manera fluida, creando un discurso coherente. El resultado es una cinta muy artificial, que roza lo absurdo en algunos momentos. Guiraudie parece haber perdido esa fuerza para hacernos sentir y vibrar en la butaca, perdiéndose entre la realidad y la ficción.

Hoy ha sido un día de emociones contradictorias, porque la decepción del cineasta francés ha sido enorme, esperaba algo más interesante e inteligente. Lo mejor del día, una vez más, ha procedido de países como México e Irán, que tienen mucho que aportar al panorama cinematográfico mundial, y lo hemos disfrutado como niños pequeños. Y la propuesta estadounidense es un filme que olvidaremos en pocos días con toda certeza. Mañana más amigos y lectores, porque un servidor necesita irse a la cama.

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

4 comentarios en «Festival Internacional de Cine de Chicago (Día 6): De la anarquía al absurdo»
  1. Me he sentado a tu lado para probar ese machiatto. !!Uhh!! que rico, sabe a poco. Noto que disfrutas tanto del certamen como de la vida, de las imagenes, de la luz, de esa ciudad que seguro es curiosa, como todas las de USA. Tus criticas son muy interesantes y me estoy confeccionando una lista de pelis a ver cuando las estrenen en España.

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