Un año más da comienzo la Muestra Syfy con una noticia algo desalentadora y un estreno bochornoso.
Ya estamos aquí. Como ha ocurrido en los últimos años, las tres salas del Palacio de la Prensa en Madrid se encontraban abarrotadas para asistir a la sesión de inauguración de la edición número 15 de la Muestra Syfy, con un nombre de relumbrón como el de la última propuesta de Disney, “Un pliegue en el tiempo” (2018, Ava DuVernay). Por desgracia no pudimos tener en este día a Leticia Dolera, presentadora habitual e imprescindible de este evento por la lógica razón de la huelga que tuvo lugar y que abarrotaba la calle enfrente del cine mientras el público iba entrando y cogiendo asiento. Aunque el auténtico jarro de agua fría vino durante la presentación del evento antes de la película, donde se dio la noticia de que sería imposible realizar el visionado de “Pacific Rim: Insurrección” (2018, Steven S. DeKnight). Una muy mala noticia, aunque todos aquellos que tuviesen entradas para lo proyección y bonos del festival podrán verla el día 20 en el mismo cine, y en su lugar este domingo proyectaran “Siete hermanas” (2017, Tommy Wirkola), así que ganamos una película más aunque se quede cierta decepción en el cuerpo. Así, y con palomitas y agua gratis para compensar un poco, nos dispusimos a disfrutar de la película de estreno.
“Un pliegue en el tiempo”, una pérdida del mismo
La última película de DuVernay es el último intento de Disney por llevar a cabo un proyecto de ciencia ficción, algo que no le ha salido bien recientemente con obras como “John Carter” (2012, Andrew Stanton), también inauguración de la muestra hace seis años, o “Tomorrowland” (2015, Brad Bird). Pero que mientras estos fracasos nos ofrecieron películas como mínimo divertidas e interesantes, “Un pliegue en el tiempo” se revela como uno de los fracasos artísticos más grandes que ha podido tener el estudio más famoso del mundo. Empezando por su ausencia de tono, en el que la película no sabe si decantarse por la fantasía pura y dura o por la ciencia ficción quedándose en un insulso terreno de nadie, y pasando por un argumento prácticamente incomprensible, en el que solo vemos una serie de escenas inconexas con la única cohesión de un mensaje new age forzadísimo. Tal vez la cinta habría pasado por una curiosa bizarrada para disfrutar puesto de alguna sustancia psicotrópica si no fuera tan aburrida, con un final interminable, y no tuviese un montaje tan caótico. Por no hablar del espantoso y hortera diseño de producción que terminan por convertir la experiencia en algo ridículo (da un poco de vergüenza ajena ver a una Oprah Winfrey de diez metros salida del carnaval de Rio). Normalmente las inauguraciones suelen ser películas en mayor o menor medida decentes y la gente suele tener más paciencia que en otras proyecciones, pero el público de la Muestra no pudo resistirse y las risas y bromas fueron sonoras durante toda la proyección e hicieron la experiencia algo más llevadera, a pesar de la presencia de algunas quejas ante los comentarios jocosos.
Así, con un principio nada alentador, terminamos este primer día, antes de entrar de lleno en la experiencia a partir de mañana.