Concluye una muestra que ha demostrado un gran nivel pero que ha dejado un amargo sabor en su cierre.
Y de nuevo llegamos al final. Todos los años la Muestra SyFy termina por hacerse demasiado corta y más en un año como este que en líneas generales hemos tenido muy buen cine. En este último día empezamos bien peor terminamos muy mal, aunque al menos en las dos últimas sesiones si hubo “mandanga” como los huesitos lanzados por Leticia Dolera en lo que ya es una tradición inamovible, o cereales Lion por parte de la organización, detalles que siempre se agradecen.
«Quiero comerme tu páncreas»: relaciones humanas
El anime no es ajeno a esta muestra SyFy, y el público siempre agradece poder ver algo de animación japonesa en pantalla grande, por lo tanto con ganas nos dirigimos a ver “Quiero comerme tu páncreas”(Shin’ichirô Ushijima, 2018) a primera hora de la tarde con bastantes ganas. A pesar de lo que su nombre pueda indicar, nos encontramos ante uno de esos animes que tan bien están realizando el país asiático en estos años, que trascienden el cine romántico para hablar de relaciones más profundas entre personas, como es el caso de“Your name” (Makoto Shinkai, ) o “A Silent Voice”(Naoko Yamada, 2016). Esta película no llega al nivel de emoción y profundidad de las anteriormente citadas pero aún es un drama lo bastante bonito y bien llevado como para conmover y divertir al espectador, además de contar con una preciosa animación.
«Diamantino»: viendo cachorrillos peludos
Si hubo una película que nos dejo a todos sorprendidos, ya fuese para bien o para mal, esa fue la portuguesa “Diamantino” (Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, 2018). Una alegoría en clave absurda de la vida de un alter ego de Cristiano Ronaldo para hablar del ascenso del neofascismo (algo que en este país no nos es ajeno), así como del control del futbol como medio de control de masas. Una película que se muestra completamente original tanto en su extraño argumento como en su aspecto técnico, y que al final, con sus toques absurdos de exageración máxima de la realidad, es una sátira desternillante. Eso sí, es una pena que la obra no se mantenga al mismo nivel, y en su tercer acto la sensación que transmite la falta de sutilidad de la película es de broma que se está alargando demasiado. Aún así, una experiencia de lo más disfrutable e inesperada este año.
«Hell Is Where the Home Is»: insufrible
Antes de proceder al cierre, tocaba una penúltima sesión con este home invasión, subgénero en el que parece complicado hacer algo decente como demuestra este nefasta cinta. Una colección de tópicos desagradables, entre ellos los sexistas personajes interpretados de manera terrible y un racismo localista que se alargan durante una insufrible hora y media de una colección de tonterías e incongruencias que provocó la burla de todo el público. Siempre hay que sufrir alguna película de este estilo en la Muestra, una cinta genérica y mala, es un tramite que hay que aguantar para llegar a lo que sería el cierre de este año.
«Escape Room»: «Saw» versión infantil
Tras las despedidas de turno procedimos al visionado del corto “Flotando” (Frankie de Leonardis, 2018) una vacuidad sin ninguna gracia y un absoluto desperdicio de medios. Y después un gran nombre como es “Escape Room”(Adam Robitel, 2019), que se estrena esta semana en nuestro país y que ha sido un tremendo éxito de taquilla en EEUU. La película es terror comercial más propio de principios de este siglo que de los últimos años que, inspirada por la moda que su propio nombre indica, construye un thriller muy mediocre en la línea de la franquicia Saw (sin el gore) en una escalada de situaciones imposibles que van quitando credibilidad al guión a casa paso que dan los protagonistas. Un montaje también cuestionable y una resolución típica y poco interesante eliminan cualquier interés que pudiera tener esta ya de primeras absurda propuesta. Al menos puede llegar a cumplir como divertimento espectacular y descerebrado, pero poco más.
Sin duda, un cierre bastante decepcionante para como hemos dicho antes, una Muestra que nos ha dejado grandes y muy disfrutables películas en líneas generales, e incluso las más nefastas se disfrutan en estas circunstancias. Esperemos que esta tónica se mantenga el año que viene en el que, cómo no podrá ser de otra manera, ahí estaremos dispuestos a disfrutar.