Todos los amantes del fantástico en general que estén en la capital no pueden perderse la cinta que dio comienzo ayer de manera agridulce.
Por tercer año consecutivo tiene lugar en Madrid el Nocturna Film Festival, un evento dedicado a todos aquellos amantes del cine fantástico y de terror. Con sede en el mítico Palafox, nos espera por delante una semana repleta de títulos de todo tipo que esperemos estén a la altura de las expectativas. Ayer era el día de la inauguración, pero antes tocaba la presentación en el Gran Hotel Conde Duque, donde Luis Rosales, director de Scifiworld Magazine, y José Luis Alemán, director de cine, comentaron la programación del festival, sensiblemente más corta que la de otras ediciones debido a un recorte en el presupuesto del festival. Prometieron, eso sí, que esto no mermaría la calidad de los visionados. También tuvieron tiempo de contar alguna anécdota y algunas programaciones e invitaciones (como la de John Carpenter) que a pesar del intento no pudieron tener lugar.
“The Hollow Point”: Lío en la frontera
Tras ver el muy poco destacable cortometraje español “Yo no he sido” (2015, Ángel Ripalda), le correspondió el honor de dar el pistoletazo de salida de esta edición a Gonzalo López-Gallego, director español que le ha cogido el gusto a dirigir en EEUU películas como «Apollo XVIII« (2011) u «Open Grave» (2013). La primera se estrenó de forma limitada con bastante retraso y a la segunda aún estamos esperándola por estos lares, algo que no deja de ser llamativo y preocupante. Fue el propio cineasta el qué presentó personalmente su último trabajo, “The Hollow Point” (2016), un thriller/western moderno, situado en la frontera entre Estados Unidos y México.
Esta historia de tráfico de armas que tiene la dosis de violencia necesaria para estar en el festival, además de unas cuantas ideas interesantes, un tono polvoriento, desesperado, de peligroso salvajismo y en general un buen hacer visual por parte del realizador. La cinta también se ve beneficiada por un reparto con rostros conocidos como el de Patrick Wilson, John Legizamo, Jim Belushi y sobre todo Ian McShane, que se come la pantalla cada vez que sale. Por desgracia el guion, tal vez con la intención de darle un aire de imprevisibilidad, es innecesariamente confuso y en el tramo final termina yéndosele de las manos a sus responsables, lo que por desgracia dejó un sabor de boca agridulce en una primera jornada que sin embargo presentó un buen ambiente.