Arvin Chen nos hace reír con su filme Will you still love me tomorrow? que se vio en el Festival de Tribeca y nos encantó el cortometraje From Lucas to Luus.
Will you still love me tomorrow?: un cuento romántico.
Para ver bien esta comedia fresca y lúdica titulada Will you still love me tomorrow? no hace falta gafas, solo hace falta una entrada. Arvin Chen escribe y dirige esta divertida película, que para sorpresa de todos, se aleja por completo de los parámetros habituales del cine chino. Esta es la historia de Weichung un optometrista que comienza a cuestionarse la relación que tiene con su esposa Feng, tras la manifestación por parte de ella de tener un nuevo hijo y tras encontrase en la petición de mano de su hermana con un viejo amigo de la infancia, Stephen, con el que mantuvo una corta relación.
Como os decía se aleja, en cierta medida, de los estándares chinos y se acerca más a los franceses, por varios motivos. En primer lugar, Chen ilustra su filme con una banda sonora muy melódica, inclusive llega a poner el clásico de las Shirelles que da título al largometraje, y de la que seguro habréis escuchado mil versiones. Además, su realizador y guionista nos edulcora este drama al darle una perspectiva de cuentecito romántico, divertido y ciertamente alocado, al igual que ya hiciera Olga Iglesias y David Serrano en su comedia romántica, Una hora más en Canarias. Y en tercer lugar, hace homenajes tanto al musical francés, con esos personajes que se elevan henchidos de amor, como al norteamericano, con ese manifiesto homenaje a Mary Poppins. En definitiva, es una película muy recomendable, que encuentra en su excelente reparto otra de sus grandes bazas, porque interpretan sus personajes con valentía para darles toda la verosimilitud posible, obteniendo del espectador más de una carcajada, y un aplauso general al finalizar la proyección.
Will you still love me tomorrow?- The Shirelles
From Lucas to Luus: de pupa a mariposa
Hermoso, divertido y ameno es este cortometraje holandés dirigido por Charlotte Hoogaker, en el que nos cuenta la historia de Luus, un niño que nació con disforia de género, por ese motivo en realidad se siente chica. Lo más interesante de este trabajo es la óptica desde donde el espectador obtiene la información, se la ofrecen los compañeros de clase de Luus, que nos van explicando cómo viven con absoluta naturalidad esa transformación, y lo único que quieren es ver feliz a Luus. Al final del corto te dan ganas de bailar con todos ellos.