La sexta jornada del Out Film CT volvió a poner de manifiesto que el mundo de los cortometrajes da más satisfaciones que los largos, que en el caso del filme polaco ha resultado ser un tanto aburrido.
«Flamingo pride»: Orgullo rosa
El realizador alemán Tomer Eshed firma este corto que ha resultado ser muy golfo, aunque podría haberlo sido más. Nos cuenta como dentro de una bandada de flamencos gay hay uno que es heterosexual. Durante sus seis divertidos minutos veremos cómo intenta sobrevivir buscando alternativas fuera del grupo de aves. El resultado es un ameno corto de animación cuya vocación integradora es más que patente, y que podéis ver en la plataforma Vimeo.
«Amarás al prójimo»: Un tormento ahogado en alcohol
Dramático en exceso ha resultado ser el nuevo trabajo de la realizadora polaca Malgorzata Szumowska (Ellas) que se titula In the name of. El filme se centra en la vida cotidiana de un cura católico que acaba de abrir un reformatorio de jóvenes en un pequeño pueblo situado en lo más profundo de Polonia. Esta se verá alterada cuando la joven Eva le diga al sacerdote que está enamorada de él. Obviamente, el padre Adam acabará rechazándola no sólo por su voto de celibato, sino también porque en el fondo está enamorado de Lukasz, un joven del pueblo. Así, noche tras noche, deberá luchar para mantener intacta su abstinencia.
Es muy curioso que este largometraje haya ganado el premio Teddy a la mejor película en la Berlinale de este año, cuando creemos que no es para tanto el resultado, y eso nos da una idea de cómo ha debido de ser el nivel de los trabajos visionados. Además, nos ha resultado muy difícil no entrar en comparaciones con Priest de la directora británica Antonia Bird. En primer lugar porque tanto el padre Greg Pilkington como Adam sufren su particular calvario al luchar contra sus pulsiones, contra su verdadera naturaleza, que al final acabará revelándose.
Ambas realizadoras realizan un ejercicio de lirismo a la hora de ver como acaban aceptando su orientación sexual y deciden satisfacer sus necesidades, cómo acaba perdiendo el hombre de fe frente al primate. En la memoria queda esa secuencia a cámara lenta en la que Greg ve pasar a un patinador. En el caso de In the name of tenemos la escena del maizal, en la que veremos una metáfora de como la naturaleza humana se impondrá a los requerimientos eclesiásticos, siendo posiblemente el mejor momento de una cinta que se circunscribe en exceso en el drama de la aceptación, en el tormento de Adam, con lo que el desarrollo queda totalmente lastrado y resulta ser un tanto acomodaticio, sobre todo porque acabará siendo muy redundante en los intentos de represión, botella tras botella. Y lo peor de todo, rehúsa entrar en debates de carácter más filosófico como si es posible controlar la naturaleza humana, con lo que acabará siendo muy previsible el desarrollo dramático.
Es más acertada la aproximación al padre Greg porque, en ese caso, se pone en tela de juicio lo injusto que es el voto del celibato (independientemente de la orientación sexual). En el caso de Adam este tema queda totalmente obviado, al igual que rehúye de realizar la menor crítica a la iglesia, a la cual acaba rindiendo pleitesía en un final más que redundante. Además, Szumowska al contrario que Bird, huye también de poner cualquier atisbo de calidez a las escenas sexuales, inclusive las que poseen un carácter abiertamente explícito están rodadas sin albergar la menor pasión, pecando de excesiva frialdad, con lo que el espectador acabará por desconectarse del drama, dejándole de importar en cierta medida el destino de Adam y Lukasz.