Antes de la inauguración oficial del Festival de Venecia asistimos a tres inquietantes proyecciones de Venice Days: Kim Ki-duk, Guy Myhill y Christophe Honoré.
La septuagésima primera edición del Festival de Venecia ha arrancado esta mañana con el film de inauguración “Birdman” de Alejandro González Iñárritu, pero ayer saciamos nuestras ansias cinéfilas con un pequeño aperitivo. Asistimos a tres proyecciones de tres reputados directores que presentan premieres dentro de la sección Giornate degli autori (Venice Days) del certamen: Kim Ki-duk con “One on one”, Guy Myhill y su “The Goob” y Christophe Honoré con “Métamorphoses”.
“One on one”: Nihilismo violento
Tras ganar el León de Oro con “Pieta” en 2012 y presentar su incestuoso drama “Moebus” en la anterior edición de la Mostra, Kim Ki-duk regresa al Lido para exhibir su último trabajo en la sección Giornate delgi autori. En “One on one” el cineasta mantiene su predilección por los conflictos irresolubles que van in crescendo, siempre protagonizados por desquiciados personajes cuyo propósito no es obtener justicia ni redención, sino satisfacer su insaciable nihilismo existencial. “One on one” se centra en las actividades mafiosas de un hombre desconocido (Ma Dong-seok), líder de una banda de criminales aficionados. Tanto él como sus secuaces torturan físicamente a un grupo de hombres que fueron contratados para cometer un crimen el 9 de mayo, homicidio que es exhibido en los primeros minutos del film con una sucia crudeza que impera durante todo el largometraje.
Si bien el argumento de “One on one” parece vincular la película con el género de las revenge movies, el propósito de Kim Ki-duk es satirizar esta misma categoría que tanto ha predominado en su filmografía y en el cine coreano que más conoce el público occidental. Los motivos que le inducen a martirizar a los verdugos de la joven difunta no obedecen a una posible sed de venganza. Kim Ki-duk busca la violencia por la violencia, sin estetización ni justificaciones. Su terrorismo visual es tan atroz que convierte la película en un artefacto que pierde la seriedad, e incluso se burla de sí mismo, desde su arranque. Kim Ki-duk se ha convertido en un autor que sólo los estómagos de sus fans pueden tolerar.
“The Goob”: Opresión patriarcal
Una pequeña comunidad rural de Inglaterra vive aterrorizada por la existencia del hombre que les da cobijo. Womack (Sean Harris) es un terrateniente y chatarrero que obliga a sus vecinos y familiares a trabajar para él a cambio de su protección. El patriarcado forzado que ha instaurado desde hace años es aceptado por todos excepto por su hijo Goob (Liam Walpole). Igual que aquellos niños sumidos en la pobreza que entregaban su cuerpo y sus esperanzas a los patrones que les explotaban a cambio de cobre en “The Selfish Giant” de Clio Barnard, el protagonista de “The Goob” se deja humillar por su padre alcohólico hasta que la situación deviene insostenible.
El demoledor drama social de Guy Myhill muestra pequeños destellos de luz en medio de la oscura tragedia. Goob, su novia Janet (Siena Giullory), Elliot (Oliver Kennedy) y los otros chicos de la región consiguen evadirse de su opresora situación a través de excesivas fiestas donde mandan sus alteradas hormonas adolescentes. Guy Myhill acompaña la falsa felicidad efímera que experimentan los jóvenes de “The Goob” con música electropop al modo de Delphine Lehericey en “Puppylove”. Este impactante recurso sensorial que desintoniza con el espacio campestre en el que habitan, no sólo relaciona la música electrónica con el sexo y la fiesta. El verdadero sentido está más cerca del deseo de los personajes de salvarse escapando de su lugar de origen, ya sea físicamente, huyendo en moto, o psicológicamente, bajo los efectos del alcohol.
“Métamorphoses”: Los dioses modernos
Con la misma mirada perdida de Léa Seydoux en “La belle personne”, Europa (Amira Akili) se aleja de su instituto siguiendo su instinto. El Dios Júpiter (Sébastien Hirel) baja de la cabina de un camión y utiliza sólo las palabras para seducirla. La oralidad o el mismo acto de hablar es el único hilo conductor que une argumentalmente los dispares episodios de “Métamorphoses”, el último film de Christophe Honoré. A partir del encuentro entre Europa y Júpiter, la protagonista inicia una onírica road movie en la que se cruza por azar con dioses que le narran sus propios mitos y otros ajenos. El largometraje presentado en la competición de la sección Giornate degli autori del Festival de Venecia es una recreación de en “Las metamorfosis” de Ovidio. En este sentido, es necesario destacar que no se trata de una recreación, sino de una adaptación pura del clásico latino.
El gran hallazgo del posible mejor trabajo de Christophe Honoré es la atmosfera escogida para dar vida a su película. Ésta no se sitúa en el origen de los tiempos, sino en la Francia contemporánea. Honoré desacraliza los personajes de la mitología romana incorporando un Tiresias que ejerce de pediatra con gafas de sol al haberse quedado ciego o un Narciso jugando a baloncesto y yendo en skate por el barrio. Sin embargo la desublimación que provocan las actitudes de las divinidades modernas se contrapone con los paisajes de belleza inaprehensible, lugares donde tiene lugar la mayor parte de la trama. Además de la dificultosa lectura de “Métamorphoses” debido a su construcción, el film resulta inverosímil si el espectador no conoce la literatura de Ovidio, dado que gran parte del argumento transcurre en fuera de campo. “Métamorphoses” exige mucha concentración y participación a su público, pero a cambio ofrece un excelente espectáculo sensorial y sensual..
Frases destacadas de “One on one”:
-¡Muerte al comunismo!
-¿Recuerdas el 9 de mayo? ¿Quizá esto te ayude a recordar?
-Responde: ¿harías lo mismo otra vez?
-Lloras porque realmente te sientes culpable de lo que hiciste.
-Soy una mujer y nunca le había hecho daño a un hombre. No quiero hacerlo nunca más.
-Nuestro compañero se ha suicidado. Vamos a vengarnos.
-Puedes dar dinero a quién quieras, pero no tu corazón.
-La pistola es falsa. He trabajado muchos años con armas y sé decir cuando alguien me apunta con una pistola de juguete.
-Soy un soldado, cumplí mis órdenes. No tengo remordimientos.
-Matar a un general es meterse en problemas.
-Eres el demonio.
-¡Basta de torturarle! Está diciendo que lo siente.
-Merece morir miserablemente
-Mi papel era ser un hombre enojado y peligroso. Mi rol ya ha acabado.
Frases destacadas de “The Goob”:
-¡¿Quién es el campeón?! ¡¿Quién es el campeón?!
-Si sigues pensando en esa chica habrá que ir a buscarla.
-No vas a ver a nadie más. Tú sigue cavando.
-Quítate el vestido, pliégalo y ponlo en el suelo. Luego quítate los calzoncillos.
-Sobrevivirá. Llévala otra vez a trabajar.
-Esto es un desastre Goob pero seguimos siendo tú y yo. Dime que eres mi hijo.
-¿Qué ves en Goob? ¿No quieres a un hombre de verdad?
-Aléjate de esa chica o te mato.
Frases destacadas de “Métamorphoses”:
-Júpiter: Tu vida va a cambiar, Europa. Te voy a secuestrar.
-Júpiter: ¿Nunca te habían hablado de Io en el colegio?
-Júpiter: Me gustaría ser mujer, envidio tus orgasmos.
-Júpiter: He oído que la mujer experimenta siete veces más placer que el hombre.
-Júpiter: Lo siento, Tiresias. Juno te ha hecho ciego, pero en compensación te voy a dar el don de ver el futuro.
-Tiresias: Narciso tendrá una vida larga y feliz si nunca se conoce a sí mismo.
-Narciso: Todos se enamoran de mi porque creen que guardo un secreto dentro de mi, pero no hay nada. Sólo soy yo.
-Baco: Podríamos bailar, reír y ser felices. ¿Es tan difícil confiar en mi?
Top 10 D’A 2020 y podcast final
D’A 2020 (Día 10): «Ivana The Terrible», «My Mexican Bretzel» y «A Stormy Night»
D’A Film Festival (9) «Algunas bestias» y «The 20th Century»
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