Ya se nos empieza a notar a todos el agotamiento. No hay tiempo para sonrisas si te has pasado la última semana viendo cinco películas al día. De vez en cuando hay que dejar las gafas encima de la mesa, masajearse el puente de la nariz y salir a dar una vuelta. Y descubrimos que también hay otro Sitges, uno en el que huele a canela y hay graffitis de pasteles, donde la humedad te enturbia y hace que tu mirada se pierda mientras suena esta canción. Después de escucharla cinco veces parece que el momento ha llegado a su fin. Pero sin darte cuenta tu paseo te ha llevado de vuelta al Hotel Meliá, y te acabas comprando el libro del festival (Neoculto, el libro definitivo sobre el cine de culto) para devorarlo en esos 20 minutos de descanso que te quedan porque, a fin de cuentas no hay que engañarse, los que estamos aquí somos los esclavos voluntarios de superestructura cultural que nos eleva y nos hunde, cada dia un poquito más.
Doomsday Book
Una antología al compás del tema del festival de este año: El fin del mundo y tres visiones fantásticas sobre ello. La carta de presentación es impecable para esta trilogía coreana de cortos de horror y ciencia ficción dirigida por Pil-Sung Yim y Jee-woon Kim. El primer y último corto, de Pil-Sung Yim ambos, no son demasiado originales. El primero sobre un apocalipsis zombie sabe a manido, y el último, sobre una niña que pide que le traigan (accidentalmente) a la tierra un meteorito se desinfla a medida que nos vamos dando cuenta de que nada extraordinario va a suceder. Sin embargo, el de Jee-woon Kim es increíble. Un meditado y filosófico tratado visual a través de la historia de un robot budista de inteligencia artificial que dice haberse convertido en Buda, para asombro y enfado de científicos, y de meditación y veneración para los creyentes. ¿Puede un robot representar los supremos valores de la humanidad? La historia de la metafísica y las relaciones hombre-máquina condensadas en algo más de media hora y con similitudes con Serial Experiments Lain o Ghost in the Shell mantiene un pulso bien tenso en terreno del debate espiritual (mundo humano-corporativo frente al virtuoso y doctrinario androide) que sin duda nos conducirá a la reflexión más controvertida a la hora de sentenciar el fin de la era de los hombres. Un sentido deux ex machina que te conmoverá.
The Life and Times of Paul the Phsychic Octopus
Un cefalópodo que vivía en un acuario alemán predijo consecutivamente los ocho resultados de la final del mundial de fútbol de 2010. Este hecho insólito, que provocó diferentes y estrambóticas reacciones en todo el mundo conmovió a Alexandre O. Philippe, director del documental The People vs. George Lucas, y consideraba impensable que esta maravilla aún no se hubiese analizado. El presidente de Irán opinaba que el fenómeno Paul era la confirmación de la decadencia de la sociedad occidental, un matemático nos explica cómo la posibilidad de que acertase tal cantidad de resultados correctamente estaba en una por cada 600, pero aún así opina (parece repetirse a sí mismo a modo de mantra) que ningún pulpo sería capaz de predecir el futuro y menos hacerlo sobre un campeonato deportivo, un gallego no explica una teoría que explica por qué el octópodo era bisexual, un empresario ruso cuenta que quiso comprarlo por medio millón de dólares para darle prestancia a su negocio pero luego pensó que no sería conveniente porque si se muriese pensarían que se lo había comido, y dos mediums de mascotas nos comunican con los pensamientos del difunto Paul. Las supersticiones, la incógnita de lo excepcional, la necesidad de analizar, y encontrar una respuesta lógica a estos escenarios nos divierten a lo largo de hora y media de momentos curiosos. Perturbador, como sólo lo puede ser la personificación de un pulpo.
The Tall Man
The Tall Man, a pesar de lo que pueda decir su póster, no es una película de terror. De aquel gore explícito de Martyrs que causó sensación Pascal Laugier nos trae ahora un thriller social con mensaje político e innumerables descalabros y giros argumentales. Esta nueva producción, disfrazada en blockbuster (Jessica Biel como reclamo perfecto) y ambientado en la ficticia comunidad rural de Cold Rock (¿Habrá más de esta Norteamérica fea y pobre como también era la de Killing them soflty o la de Winter’s Bone esta nueva temporada?) tiene como tema central los numerosos casos de raptos y desapariciones de niños de la zona por un presunto hombre alto con atributos paranormales. Como contrapunto a su interesante juego con las expectativas del espectador nos encontramos con unas explicaciones a veces cansinas de todos lo hechos (recurso demasiado barato) y una sensación de falta de empaque. Aún así, bastante interesante como drama (se hace muy entretenido en ese sentido), con un casting también muy sorprendente (gran descubrimiento la secundaria Eve Harlow) pero sobre todo, unas ambigüedades en lo moral en torno a los binomios víctima-verdugo y villano-héroe. Una montaña rusa narrativa que te producirá enfado, confusión, ira, odio, simpatía y triunfo. Hacer que lo aborrecible parezca quedar legitimado no es fácil. Bien por Laugier.