Os contamos el último día de la 11ª muestra de cine fantástico SyFy de Madrid.
Y llegó el último día de la muestra. Las despedidas son tristes, desde luego, pero el descanso era merecido. Aunque ojalá no tuviésemos que esperar tanto para disfrutar de este oasis fantásticos que nos deja SyFy año tras año. Esta jornada, al ser domingo, iba a contar con una película menos pero la intensidad no iba a decrecer. Por una parte, el ciclo Phenomena se trasladaba de Barcelona a Madrid para traernos una doble sesión de lujo: la incursión en el mainstream de Cronenberg que fue el remake de “La Mosca” y una de las películas de acción más importantes de la década de los 80, “Depredador”. Una cosa seria, vaya. Y después, dos estrenos. Uno, muy esperado y querido por el fandom madrileño, “Faraday”, y otro, la nueva obra del francés Christophe Gans, tras siete años de silencio tras “Silent Hill”, otra adaptación más de “La Bella y La Bestia”. Comenzamos.
“La Mosca” y “Depredador”, dos grandes del cine.
Poco más se puede añadir a lo que hay escrito sobre “La Mosca” y sobre “Depredador”, el programa doble que venía a presentarnos Nacho Cerdá y su entrañable ciclo Phenomena. Son películas que han trascendido la nostalgia y se presentan, a día de hoy, como dos potentes muestras de cine de género impoluto y poderoso por el que apenas ha pasado el tiempo. Viendo “La Mosca”, más de uno puede echar de menos al Cronenberg más viscoso, reflexivo y gore al mismo tiempo; viendo “Depredador”, otros pueden también añorar ese gusto por la acción explosiva más física y sin edulcorar. Ambos disfrutaron la jornada del domingo de lo lindo gracias al ciclo Phenomena -he de apuntar que las proyecciones son cine-cine, nada de bluray-. Es realmente una gozada poder disfrutar de películas así en el cine, con las palomitas y el refresco, con los gritos y las risas. Bravo. Aunque he de decir una cosa, aquí, entre nosotros: creo que “Depredador” ha envejecido un pelín peor que “La Mosca”.
¡¡Viva el cine low-cost!! ¡¡Y los cupcakes!! ¡¡Y los futurólogos!!
Luego, otro plato fuerte: el estreno multiplataforma de “Faraday“, la nueva película de Norberto Ramos del Val, guerrillero del cine low cost y artifice de “Summertime” o “El Último Fin de Semana”. Con guión de Jimina Sabadú y Pablo Vázquez, “Faraday” es una enloquecida y arrolladora exhibición de postmodernidad y cine-caspa, un nuevo falso documental repleto de hipsters de poca monta y videntes estafadores, espíritus adictos a Platón -al grupo, no al filósofo-, con una galería de cameos que vendrían a ser el reverso cultureta de Torrente y sus freaks televisivos: Tweetstars, celebridades televisivas de antaño, blogueros de cine, videojuegos y comic, productores, cineastas, en definitiva, toda la intelligentsia madrileña puestas al servicio de una apisonadora con un sentido del humor negrísimo y una estética que deja a las películas de Enrique y Ana a la altura del cine iraní. Con “Faraday” pocas tintas hay -y me perdonan la rima-: O se ama o se odia, y es un poco esclava de su target, que es, precisamente, ese segmento de la población que se mueve entre videobloggers, bloggers, hipsters y demás. Incluso en su segunda mitad está a punto de ser esclava de su humor y quedarse en la ciénaga cultureta de la que parece mofarse, -la ristra de cameo llega a cansar un poco- pero lo esquiva por lo que destila, por esa ternura del fan que se nota que hace las cosas por amor y con mucho cariño. “Faraday” tiene tantísimos momentos gloriosos y destila, por un lado, mala baba, y por otro, una sana intención del cachondeo por el cachondeo, que, a mí, personalmente, me dejó con ganas de más y aplaudí a rabiar. ¡Viva el cine low-cost!
Hasta el año que viene.
Tras las preguntas y respuestas que algunos de los espectadores hicieron al equipo de “Faraday” -que se encontraba en el escenario junto con Leticia Dolera- comenzaba “La Bella y La Bestia”. Pero este de aquí que os ha relatado lo acontecido durante 3 días de cine casi non-stop, se encontraba febril y con una contractura de cuello de mil pares de demonios. Así que os invito a que estéis atentos a la crítica que, próximamente, se hará en esta santa casa de la nueva película de Christophe Gans.
Mi primer año en la Muestra SyFy -Díos mío, casi lo pongo con hashtag…- y una alegría plena. He visto peliculones en el cine que quedarán inéditos en nuestras salas, he reído, gritado, aullado y aplaudido. Esperamos que el año que viene vuelva a ser, como mínimo, igual que este.