Con motivo del 50 aniversario de la emisión de serie de televisión nos adentramos en el universo creado por Gene Roddenberry con varios monográficos.
En esta primera entrega analizaremos la serie original que fue estrenada tres años antes de que el hombre pisara por primera vez la luna, concretamente el 8 de septiembre de 1966. La serie completa está integrada por 80 capítulos de 50 minutos de duración, distribuidos en tres temporadas. Hay toda una generación de españoles cuyo primer contacto con las aventuras de la nave Enterprise fue a través de una pequeña televisión de 16 pulgadas en blanco y negro. El motivo es que hace 50 años este aparato no dejaba de ser un artículo de lujo, y no en todos los hogares había una grande y en color, como ocurre hoy en día. Eran los tiempos donde en España solo había dos canales VHF y el UHF. Personalmente, recuerdo vagamente las tardes del fin de semana con el pijama puesto y en el sofá viendo a estos míticos personajes que conseguían cautivarme a pesar de que era muy pequeño. Era imposible no emocionarse al escuchar la mítica voz de William Shatner, mejor dicho, Constantino Romero que le prestaba su voz en el doblaje español, diciendo: “El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de la nave Enterprise. Es una misión de cinco años para encontrar y explorar extraños nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y civilizaciones, para con audacia llegar donde ningún humano ha llegado antes.” Lo que más me llamaba la atención era el teletransporte, siempre he soñado con decir “Teletranspórtame, Scottie”. Tras pasar por la fiebre de “La guerra de las galaxias” con diez años, era imposible no ir a ver totalmente entregado dos años más tarde a ver esa oda pornográfica a la nave Enterprise que es “Star Trek: The motion picture”, con el mismo resultado. Ahora he tenido la oportunidad de revisitarla. La experiencia ha sido como reencontrarse con un viejo amigo. Cierto es que nunca he acudido a una convención Trekkie, desconozco por completo el idioma Klingon, pero es imposible no sentir cierto cariño por estos personajes.
Un piloto controvertido
Lucille Ball y Desi Arnaz, que por aquel entonces tenían una exitosa serie de televisión «I love Lucy», decidieron fundar la productora Desilu Production. Estos que estaban buscando un proyecto aceptaron producir el proyecto de ciencia ficción de Roddenberry. Llevaron el primer tratamiento a los ejecutivos de Paramount, que declinaron la oferta porque tenían en emisión la serie de ciencia ficción “Perdidos en el espacio”. Siguieron con el proyecto adelante, rodaron el piloto de la serie. Gene Roddenberry se encargó de escribirlo y Robert Butler lo dirigió. «The cage», que podríamos traducir como «La jaula», fue su título. Las aventuras de la nave U.S.S. Enterprise NCC 1701 comienzan con la misión de rescate de la tripulación U.S.S. Columbia. Estos han tenido que realizar un aterrizaje de emergencia en el cuarto planeta del sistema Talos. Cuando la tripulación de la Enterprise llegue allí los Talosianos, un grupo de alienígenas telépatas, secuestrarán a Christopher Pike el comandante de la nave sometiéndole a un experimento psicológico donde ilusión y realidad estarán separados por una delgada línea. El resultado es que acaban viendo a los humanos como una especie peligrosa. En este primer episodio la tripulación del puente de mando está integrada por hombres salvo la teniente, a la que llamará “número 1” y la guardia Smith. Todos son blancos y humanos, a excepción del oficial científico Spock.
Sus productores acudieron a los ejecutivos de la cadena de televisión NBC para mostrárselo. A pesar de que lo encontraron muy rebuscado e intelectual, acabó gustándoles la idea y por ese motivo, le pidieron a Roddenberry que hiciera otro piloto. Bajo el título de «Where no man has gone before» [Donde nunca ha ido el hombre], darían comienzo de nuevo las aventuras interplanetarias de la U.S.S. Enterprise NCC 1701. Si visionáis la serie en la plataforma Netflix erróneamente está situado como el capítulo 4, cuando debería ser el segundo. Dirigido por James Goldstone y escrito por Samuel A. Peeples llevan a la Enterprise donde el hombre nunca ha llegado antes. De nuevo, se trata de una misión de rescate. Reciben una llamada de socorro de la nave espacial Valiant, desaparecida hace años. Suben a la Enterprise los restos de una sonda que recibe dicha señal. En el puente de mando están el teniente Lee Kelso y el capitán Gary Mitchell que se encargan de pilotarla. Cuando llegan a la fuente de la señal se encuentran con una nebulosa. El Comandante James Tiberus Kirk, les ordena entrar en ella para averiguar el motivo de la desaparición de la Valiant. Al entrar Mitchell y la doctora Dehner se verán poseídos por una fuerza alienígena que le convierte en una deidad.
En ambos comienzos usaron la banda sonora firmada por Alexander Courage, que ironías del destino también era el creador de la música de “Perdidos en el espacio”, su competencia. El único personaje que aparece en ambos es el mítico Spock interpretado por Leonard Nimoy. A pesar de que el trabajo de Butler y Hunter no fuera del todo satisfactorio, estos volverían a colaborar en el doble episodio «Managerie» [La casa de fieras], donde se revisitaría el episodio “The cage”.
La consolidación del reparto
A sus creadores les llevó mucho más de cinco capítulos crear los personajes que conocemos hoy en día y configurar el elenco completo y estable de la U.S.S. Enterprise que participaría en las tres temporadas televisivas y en las primeras seis películas de la franquicia cinematográfica. El estoico doctor Spock y la nave U.S.S. Enterprise son los dos auténticos pilares de la serie. En primer lugar, porque aparecen en todos y cada uno de los capítulos. En segundo lugar, el oficial científico, mitad humano mitad vulcaniano, es una fuente de conocimiento y saber, nunca se deja llevar por las emociones humanas, argumentando y contrastando todas las decisiones. Y finalmente porque casi siempre encuentra una salida lógica a los distintos conflictos. Distinto es el caso de Majel Barret, esposa de Gene Rodenberry, que a pesar de salir en «The cage» donde da vida a la Teniente “numero 1”, en el resto de la serie pasaría a ser la mano derecha de McCoy y siendo la enfermera de la nave. Una suerte parecida tendría el personaje de la guardia Smith, que desaparecería para ser sustituida por Rand en «Where no man has gone before». La actriz encargada de meterse en tan particular personaje fue Grace Lee Whitney, lo malo es que su existencia se limita a los primeros ocho episodios. A lo largo de la serie el personaje del capitán llegó a tener hasta nueve guardas distintas.
El primer Comandante de la Enterprise fue Christopher Pike interpretado por el actor de Louisiana, Jeffrey Hunter. Procedía del mundo del cine y había participado en películas como “Rey de Reyes” (Nicholas Ray, 1961) donde dio vida a Jesús o “Centauros del desierto” (John Ford, 1956). El perfil psicológico de Pike es el típico capitán de un velero. Es muy arrogante y bastante machista. Le cuesta asumir el papel de la mujer en el puente de mando. En el segundo piloto de la serie es sustituido por el actor canadiense William Shatner, que tenía una amplia trayectoria televisiva y cinematográfica, porque había aparecido en películas míticas como “Los hermanos Kamarazov” (Richard Brooks, 1958) y series como “En los límites de la realidad” o “El fugitivo”. Esta sustitución le sirvió a Roddenberry a cambiar el perfil del personaje. Este pasa a ser mucho más asertivo, amable, astuto, haciéndole más contemporáneo al eliminar cualquier brizna de machismo. Desde el primer momento fraguan la eterna amistad que le ligará a Spock jugando al ajedrez. Tendremos que esperar al tercer capítulo titulado «Man trap» para que nos introduzcan al cirujano McCoy interpretado por el actor DeForest Kelley, que tenía una extensa y solvente trayectoria que le avalaba. Por ese motivo, este episodio es muy dramático y se centrará en este nuevo personaje. De esta manera, la unidad médica que estaba dirigida por el doctor Pipper (Paul Fix) ahora pasará a las manos de McCoy, aunque tendremos que esperar a la segunda temporada para que pase a formar parte de los títulos de crédito iniciales con Shatner y Nimoy. También veremos por primera vez a la actriz afroamericana Nichelle Nichols dando vida a teniente Uhura haciéndose cargo de las comunicaciones; a George Takei en el papel de Sulu que aparte de ser el piloto de la nave, también pertenece al departamento de ciencias naturales por ser botánico. Tendremos que esperar al quinto capítulo de la serie para que aparezca James Doohan por primera vez dando vida al mítico el ingeniero de la nave Scott. Será en el primer capítulo de la segunda temporada titulado «Amok time» cuando veamos por primera vez a Chejov, el mítico piloto con acento ruso. Y será a partir de este momento cuando el actor DeForest Kelley aparezca de manera estable en los rótulos iniciales de la serie. El resto de la tripulación aparece en los finales con los actores invitados.
Nichelle Nichols abandonó la serie, por eso en el episodio 6 de la segunda temporada titulado «Doomsday machine» no aparece Uhura. Era una actriz que apreciaba la oportunidad y la fama que le había dado la serie, pero ella realmente quería volver a los teatros de Broadway para hacer musicales, que es lo que ella amaba. Roddenberry le dijo: “Tómate una semana para pensártelo, y si a principios de la próxima semana sigues pensando lo mismo lo aceptaré” Será en un acto para recaudar fondos donde se encontraría con el que podríamos llamar su gran fan, porque estaba deseando encontrarse con ella. Estamos hablando del mítico político Martin Luther King. El líder del movimiento social persuadió a Nichols : “No entiendes lo que ha conseguido este hombre, por primera vez en televisión estamos siendo vistos (refiriéndose a los afroamericanos) como deberíamos ser visto cada día, como inteligentes y cualificadas personas, que pueden cantar, bailar, pero que también pueden ir al espacio, que pueden ser abogados o ser profesores” Por ese motivo reaparece en el episodio 7 de la segunda temporada, «Catspaw», escrito por el prestigioso guionista Robert Bloch.
Estos héroes galácticos deben tener su némesis, el espectador deberá esperar al capítulo 15 de la primera temporada titulado «Balance of terror» para ver por primera vez a los Romulanos. Estos destruyen dos puestos fronterizos de la Federación. Por ese motivo el capitán Kirk les persigue. El espectador podrá descubrir los motivos de crear la zona neutral entre los planetas Romulus y Remus. Desde unos asteroides adyacentes se monitoriza la zona neutral. Esta surge un siglo antes tras un conflicto con bombas atómicas. Dicho tratado no se ha violado hasta este momento. Así que Kirk se tendrá que enfrentar al dilema de entrar en una guerra galáctica. Como se puede apreciar, el miedo atómico tan popular en el género de la ciencia ficción de la época entra en juego en esta serie. El mestizaje de Spock jugará un papel relevante en el desarrollo de la trama de este episodio.
Aunque la némesis por excelencia de Kirk es Kahn. Este surge por primera vez en el capítulo 23 de la primera temporada titulado «Space seed» [La semilla espacial]. Su verdadero nombre es Kahn Noonien Singh, nacido de la ingeniería genética del siglo XX, concretamente en 1993, cuando los científicos buscaban crear una raza superior. Genéticamente modificados, más fuertes, más inteligentes, desarrollaron como unas 80-90 personas. Lo que no tuvieron en cuenta los científicos es que su ambición carecía de límites, hasta tal punto que del 92 al 96 dominó de Asia a Oriente Medio. Es imposible hablar de esta mítica serie sin hablar de este formidable y carismático personaje, perfectamente interpretado por Ricardo Montalbán, que volvería a encarnarle en el segundo episodio de la franquicia cinematográfica de Paramount. Siendo posiblemente la mejor o la más recordada, hasta tal punto que en el reboot de la saga, J.J. Abrams le retomó esta vez bajo la apariencia del británico Benedict Cucumbarch.
Y finalmente, habrá que esperar hasta el episodio 27 titulado «Errand of mercy» [Misión de rescate] para que aparezcan los Klingons por primera vez. Estos seres son descritos como pobres y cazadores. El capitán Kirk trata de establecer un puesto fronterizo en un planeta aparentemente deshabitado. Entonces aparecen los Klingons que se enfrentarán a los tripulantes de la Federación. El motivo es que los Organians, los extraterrestres etéreos que pueblan el planeta, les enfrentan a ambos. El famoso actor John Colicos dará vida a Kor, el capitán Klingon que se enfrentará a Kirk. Este volverá a dar vida a este personaje en la serie “Star Trek: Deep Space Nine”.
El típico capítulo
Tras el visionado de la serie es imposible dejar de pensar en los míticos viajes que se hacían antaño, cuando el hombre iba descubriendo territorios inexplorados. Kirk y sus hombres son auténticos exploradores, como lo eran los colonos al ir conquistando el lejano oeste. A la hora de establecer un marco referencial es inevitable pensar en obras literarias como “La odisea” de Homero, “Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift o en filmes como “La conquista del Oeste” dirigida a cuatro manos por directores de la talla de John Ford, Henry Hathaway, George Marshall y Richard Thorpe, o la serie de televisión “Caravana” emitida entre 1957 y 1965. De hecho, Gene Roddenberry siempre ha reconocido la influencia de esta serie y de la novela “Horatio Hornblower”, escrita por C. S. Forester. De tal forma que Kirk habla en términos náuticos, oficia bodas como los capitanes de barcos, siempre defiende a su tripulación e inclusive tendrá un motín a bordo en el último capítulo de la tercera temporada. A lo largo de las tres temporadas podremos apreciar la pasión de Roddenberry por la literatura, hasta tal punto que hay un capitulo completo donde se le hace un homenaje. Hablamos de «Shore leave», en estas particulares aventuras el espectador podrá ver homenajes explícitos a obras como “Don Juan” de Zorrilla o “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll. En otro, Kirk perseguirá con profunda obstinación a un extraterrestre que tiene la forma de una nube de gas recordando al Captain Ahab y a “Moby Dick” porque llega a poner a toda la tripulación en peligro.
De tal forma que, en sus viajes a lo largo y ancho de la galaxia, la nave Enterprise irá encontrando una gran variedad de dilemas morales y éticos. A lo largo de las tres temporadas se tocarán temas sociales y políticos tan contemporáneos y diversos como el racismo, la esclavitud, los derechos humanos, el miedo atómico y al holocausto nuclear, el pacifismo, la guerra, sistema penitenciario, las hambrunas, epidemias, el movimiento hippie, el amor, la religión, matrimonios de conveniencia, el feminismo o el autoritarismo. Por ese motivo, el espectador podrá revisitar la Alemania nazi o la Roma de los emperadores, aunque el gran ejemplo de ello lo encontramos en el episodio 22 de la tercera titulado «The Savage curtain», donde tiranos de todas las razas de la galaxia empezando por Genghis Khan se enfrentarán a Lincoln y los tripulantes de la Enterprise.
En un momento en que el mundo estaba fracturado por las ideas políticas, dado que había dos grandes bloques distanciados por la Guerra Fría, y en los Estados Unidos los conflictos raciales eran un elemento cotidiano en el panorama social, esta serie hizo historia en el campo televisivo con un simple gesto: un beso interracial protagonizado por el capitán Kirk y la teniente Uhura. El responsable fue el guionista Meyer Dolisky. Este tiene lugar en el minuto 42 del capítulo 10 de la tercera temporada titulado «Plato’s stepchildren». Nichols recuerda que el director David Alexander llegó a realizar hasta seis tomas. Inclusive en «The Paradise síndrome», tercer capítulo de la tercera temporada, el capitán Kirk se casa con una india y es proclamado una deidad.
Dentro del campo de la ciencia se aproximarán a la inteligencia artificial, la robótica, el mito de Prometo, el miedo a la tecnología, viajarán a través de un agujero negro que les absorberá toda la energía tanto a la nave como a los tripulantes, tendrán que vérselas con científicos locos del planeta Exon III que se dedican a crear robots más humanos que los humanos hasta el punto de duplicarlos y suplantarlos, también veremos lavados de cerebro, intercambio de cuerpos o diversos viajes temporales, como en el episodio 29 de la primera temporada titulado «The city on the edge of tomorrow» donde McCoy, Kirk y Spock cruzarán una puerta temporal a otros momentos y dimensiones. Pero, sin querer McCoy generará una paradoja temporal dejando a los integrantes de la expedición sin pasado ni futuro.
La gran crítica que se le puede hacer a la serie es que todos los guiones de los distintos capítulos resultan ser un tanto reiterativos, poseen el mismo esquema y desarrollo. Siempre comienza con una anotación en el cuaderno de bitácora del capitán Kirk donde nos ubica espacialmente a la nave y el reto que deberá afrontar su tripulación. Tras los títulos de crédito un grupo bajará al planeta en cuestión o se trasladará a la nave en problemas. Por lo general los guardias suelen salir muy mal parados en esas incursiones, el espectador los podrá identificar claramente por ir vestidos de rojo. Si alguien debe morir, ellos serán los primeros. La expedición siempre suele estar integrada por Kirk, Spock y McCoy. A ellos, dependiendo de las aventuras que vayan a vivir se les puede unir Uhura, o algún miembro concreto de la tripulación, interpretado siempre por un actor invitado. En los diversos episodios, el oficial científico y el médico siempre andarán con disputas dialécticas sobre la lógica y lo que significa ser humano. Aunque sin duda las palabras más repetidas en boca de Spock no son “Live long and prosper” [larga vida y properidad] como más de uno podrá pensar a priori. En casi todos los encuentros con distintos seres y máquinas del Universo acaban resultado ser “fascinantes”. Esa es sin lugar a dudas la palabra que identifica al vulcaniano.
Una vez que todo ha acabado y el problema se ha resuelto, todos regresan a la nave, y hay un comentario jocoso o chiste final. Los guionistas tienen a humanizar a las distintas razas que se van encontrando a lo largo y ancho del Universo. Pase lo que pase siempre se encuentran en entornos que son perfectos para la vida humana y su desarrollo es muy parecido al nuestro. Casi siempre darán con Planetas clase M, es decir, que poseen atmósfera con oxígeno. Ciertamente el departamento de dirección artística y maquillaje saben resolver acertadamente y con mucha imaginación los retos que les proponen los distintos diversos escritores de la serie.
Al espectador de hoy acostumbrado a montajes vertiginosos, repletos de elementos en movimiento, estas tres temporadas les podrá resultar ciertamente tediosas. La narrativa es mucho más convencional, el ritmo de montaje es mucho más lento, los planos son más sostenidos. A ello debemos sumar que se les exige a los actores miradas sostenidas a cámara. Todo ello realzado siempre con la misma música. A su favor, es que apreciará que carece de imágenes creadas por ordenador. Los efectos especiales son muy artesanales, sobre todo sustentadas en el campo de la animación. Todas las aventuras están rodadas en decorados. Aunque la gran inventiva de estos profesionales se deja ver en la gran variedad de instrumentos que crean como el teletransportador, el traductor universal, el rayo tractor para atrapar naves, el aparato de comunicaciones de Uhura y Spock, el comunicador, la pistola phaser que puede ponerse en modo de matar o dejar inconsciente al enemigo, tricoder que lleva siempre Spock para analizar los entornos, y por supuesto, el cloaking device que otorga a las naves Klingon la capacidad de hacerse invisibles o el cristal de dilithium, componente indispensable para que funcione el motor de antimateria de la nave Enterprise, que les permite viajar a la velocidad de la luz. Aunque hay uno que llama poderosamente la atención, nos referimos a la silla de rehabilitación de presos del planeta Elba II.
Apariciones estelares
Muchos actores comenzaron la andadura de sus carreras en esta mítica serie. Por ejemplo, el actor californiano Gary Lockwood que saltaría a la fama de la mano de Stanley Kubrick en “2001, Una odisea espacial” en el segundo piloto de la serie da vida al Capitán Gary Mitchell que acaba convirtiéndose en una deidad. El famoso actor Ricardo Montalbán se meterá en la piel del gran villano por excelencia Khan por primera vez en el capítulo 23 titulado «Space Seed». Será la actriz Jill Irland la que conseguiría lo imposible, enamorar al estoico personaje científico de la nave. Spock caerá rendido ante la belleza de la colono Leila Kalomi en el capítulo 25 titulado «This Side of Paradise». El gran John Colicos será Kor en el capítulo 27 titulado «Errand of Mercy». La mítica y bella actriz británica Joan Collins, que por aquel entonces estaba forjando su carrera en el campo televisivo apareciendo en series como “El virginiano” o “El agente de CIPOL”, hizo una aparición estelar en el episodio 29 de la primera temporada titulado « The City on the Edge of Forever» interpretando a la hermana Edith Keeler, y obviamente Kirk se acabará enamorando de ella. La joven actriz Teri Garr, antes de saltar a la fama por “El jovencito Frankenstein” o “Toosie”, tuvo un encuentro en la tercera fase con la tripulación de la Enterprise en el episodio 26 de la segunda temporada titulado «Assignment: Earth». En uno de sus múltiples viajes en el tiempo acuden a la Tierra concretamente al año 1968. Allí conocerán a la secretaria Roberta Lincoln interpretada por Garr.
La gloria de la creación radica en su infinita diversidad
Esa es una de las grandes frases de Kirk, aludiendo a la gran variedad de seres que pueblan el Universo conocido. Los integrantes de la nave U.S.S. Enterprise siempre llegan a los distintos planetas entonando la frase: “Venimos en son de paz”, como los colonos en el Lejano Oeste. Los distintos guionistas de la serie crearán razas y seres de los más variado. Unos serán seres unicelulares como una ameba, otros serán etéreos como los Melkotians que se alimentan de la hostilidad, también tendrán forma de plantas como las que pueblan el planeta inhabitable, Omicron 3. Las aventuras en esta colonia de agrícola resultan ser una variante edulcorada de “La invasión de los ultracuerpos”. Las esporas de las plantas hacen que cambie la naturaleza de la persona perdiendo su identidad, de esta manera Spock, pasa de la lógica a poder amar y tener sentimientos.
Algunos son puro intelecto como los Vians. Kirk en el capítulo 26 de la primera temporada se encontrará en una colonia minera con una criatura que tiene la silicona como base de vida y no el carbono. Esta se desplaza a través de las rocas por angostos pasadizos y tiene un ácido corrosivo, que disuelve a los humanos y penetra en las paredes de un reactor. Llegados a este punto es inevitable pensar en “Alien” de Ridley Scott.
Inclusive se encontrarán con auténticos camaleones como Lord Garth que está en el planeta Elba II. Se trata de una prisión de alta seguridad donde están los peores criminales del Universo. Este tiene la capacidad de convertirse en cualquier persona. Aunque el gran valor de la serie es la diversidad, por eso Kirk vivirá romances como muchas extraterrestres, habrá muchos besos entre las distintas razas e inclusive se casará con alguna de ellas.
Posteriores homenajes
Los fans de la serie de animación Futurama creada por el dibujante y guionista Matt Groening encontrarán en la serie original multitud de lugares comunes. Eso es debido a que el animador de Portland es un fan irredento, por eso el espectador podrá apreciar multitud de homenajes implícitos y explícitos. Tomará tanto nombres, como Kronos o Omicron Ceti 3, tramas adaptándolas perfectamente, como la de Trelane en el planeta Gothos, e inclusive las curiosas prácticas de apareamiento de los Vulcanianos, que se pueden ver en el primer episodio de la segunda temporada.
Sin duda alguna “Star Trek: La serie original” ha creado muchos elementos que han sido tomados por otros realizadores y guionistas. Por ejemplo, al ver la mítica Cloud City de “El imperio contrataca” es imposible es imposible no recordar la colonia minera de stratos del episodio 21 de la tercera temporada. Inclusive, el capítulo 10 de la segunda temporada titulado «Journey to Babel» recuerda salvando las distancias a la sexta entrega de la franquicia cinematográfica titulada “Star Trek VI: Aquel país desconocido”. El principal motivo es que tenemos en la trama un asesinato que tiene lugar en territorio de la Enterprise, muere uno de los tellarites y las sospechas recaen en el embajador que es el padre de Spock.
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