Mar. Mar 19th, 2024

Seguimos con el repaso a las películas de Star Trek con el reparto clásico formado por los viejos y entrañables William Shatner, Leonard Nimoy y el resto. En este entrega analizaremos las tres películas que nos faltan, las que van de la 4ª a la 6ª parte.

Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra

Tras el triunfo de la tercera película, dirigida por Leonard Nimoy con gran éxito de crítica y económico, la Paramount vuelve a pedirle a Nimoy que se haga cargo de dirigir la continuación de la franquicia, que se había quedado con los suficientes cabos abiertos para motivar una nueva secuela. A Nimoy se le da, entonces plena libertad creativa para realizar la historia que quiera. Así él y el productor de la saga cinematográfica, Harve Bennet, idean una trama de corte ecologista, muy en boga en aquella época en relación sobre todo con el mundo de los cetáceos que estaban siendo amenazados por la sobre explotación y los recientes desastres ecológicos como el del Exxon Valdez. Bajo esta premisa y después de que el primer borrador de la historia no acabara de satisfacer al cuerpo directivo de la Paramount, el guion, realizado por Steve Meerson and Peter Krikes, pasará a ser rediseñado por Nicholas Meyer, guionista y director de «La Ira de Kahn» y el propio Bennet hasta contar con la aprobación final de Nimoy y el propio Shatner, que empieza a involucrarse en tareas más creativas, más allá de ser el actor principal.

Star Trek IV - Especial

El guion entonces establecerá dos tramas, una que cierra la historia desarrollada desde «La Ira de Kahn», en la que los tripulantes de la Enterprise vuelven a la Federación para ser sometidos a juicio tras los actos desarrollados con el Proyecto Génesis y con el robo de la nave para salir en busca de Spock. Los klingon acusarán a los tripulantes de la Enterprise de provocar un altercado integaláctico y solicitarán que se les abra un consejo de guerra, mientras, una extraña nave que emite un extraño sonido y que causa destrucción a su paso. Spock, descubre que el sonido corresponde al lenguaje de las extintas ballenas jorobadas y conseguirán viajar en el tiempo, hasta 1986 (el presente de la película) para poder ponerse en contacto con ellas.

A partir de ahí la película se desarrolla en la delgada línea que bordea lo sublime de lo ridículo y, se contagia del espíritu camp y desenfadado de la ciencia ficción de la época y se convierte, en la mayor parte del metraje en una comedia en la que se desarrolla la premisa del pez fuera del agua (nunca mejor dicho) y que se ha visto en otras películas como «Los Visitantes (No Nacieron Ayer)». La trama se desarrolla en situaciones de enredo, intereses amorosos con un Kirk más Kirk que nunca, un Spock, que todavía está en proceso de ser el Spock de siempre y se muestra más lógico y racional que nunca, lo que creará malentendidos y situaciones cómicas y una historia de infiltración y espías entre Uhura y Chekov que deberán robar material nuclear para poder dotar de la energía necesaria a la Enterprise para volver de nuevo a la tierra con dos ballenas jorobadas que se encuentran en el acuario de Sausalito para ser transportadas a la nave que las buscaba.

La película, pese a todo lo que pueda parecer, funciona. Y funciona perfectamente, porque en el fondo, Star Trek es la serie y la saga de ficción más camp de todas (con permiso de Buck Rogers) lo sabe, y no le importa revestirse, una vez más, de ese ambiente desenfadado y menos serio, del que siempre ha hecho gala la serie. Así, la comedia ligera en la que se mueve esta «Misión Salvar la Tierra», pese a que bebe mucho del humor de su época, no deja de ser divertida y entrañable, del mismo modo que las aventuras que viven los personajes secundarios de la Enterprise, que están entre la comedia nerd y el humor de «Espías como Nosotros», sabiendo dejar los momentos dramáticos para el principio y el final de la película, como prólogo y epílogo (o como previo al desenlace de la trama continuada entre «La Ira de Kahn» y «La Búsqueda de Spock», pero dejando la parte media para el desarrollo de una película de aventuras ideal para toda la familia.

Star Trek IV - Especial

«Star Trek IV» se estrenó el 26 de noviembre de 1986 y resultó un gran éxito de taquilla, siendo la película que más recaudó el fin de semana de su estreno. Al final la recaudación llegó a los 133 millones de dólares y, pese a lo que podría parecer en un primer momento, la película recibió una gran acogida por parte de la crítica y de los fans de la serie y de la saga cinematográfica. La crítica destacó como puntos a valorar y a tener en cuenta la originalidad de la historia y el tono de comedia ligera y de aventuras desenfadadas que sobrevuela la película. Además recibió varias nominaciones a los Oscar de ese año.

William Shatner recibió por la película un aumento de sueldo y la promesa de dirigir la próxima cinta de la saga. Shatner se mostraba celoso del papel creativo de su compañero Leonard Nimoy y se negaba a continuar con la franquicia si no veía recompensado su papel en la misma. Así, Shatner recibió la tarea de ponerse a los mandos de la parte creativa de la próxima versión, pero antes realizó uno de sus mejores papeles como Kirk en ésta. Un Kirk mucho más divertido y humano, liberado de la visión dramática y más oscura de las tres anteriores y que disfruta de nuevo del goce de vivir y de la alegría característica del Kirk bon vivant y hedonista de la serie. Contrasta así con la versión más binaria y racional de un Spock que está todavía con las secuelas de su resurrección, volviendo a adaptarse a su personalidad, lo cual crea situaciones cómicas por contraste.

Como datos curiosos hay que destacar que Eddie Murphy, uno de los actores más en alza de la época, gracias sobre todo a su «Superdetective en Hollywood», con la que esta Star Trek tiene muchas similitudes en cuanto a tono, se ofreció para un papel en la película y que el propio Nimoy se puso en contacto con el guionista de la franquicia para que colaborara en el desarrollo del guion.

Star Trek V: La Última Frontera

Tres años después del estreno de «Star Trek IV», concretamente el 9 de junio de 1989, se estrena esta quinta parte dirigida, tal y como se le prometió, por William Shatner. Una película que, como su nombre indica es una vuelta a los orígenes de la serie, que es en definitiva, un western interestelar, con ciertos aires de trascendencia. Básicamente la película es un western en el que la tripulación de la Enterprise debe enfrentarse a un renegado vulcaniano que ha tomado rehenes en uno de los planetas más alejados de la federación intergaláctica. Este vulcaniano, resulta ser el hermanastro de Spock, que se ha abandonado al lado más emocional en vez de al racional y adopta un papel que, en cierto modo, recuerda a la de los predicadores de las películas del oeste. Así, Sybok, que es como se llama el personaje, está enfrascado en una busca personal de Dios y toma rehenes para forzar a la Enterprise y a Spock a que actúen para poder tener una nave que les lleve hasta el mítico planeta Sha Ka Ree donde sospecha, según una extraña profecía, que se encontrará con Dios. Tras convencer a Spock y a Kirk, mediante el chantaje, la fuerza y la crisis de rehenes, de que les lleve a ese planeta, una vez allí, y gracias a las dudas razonables de un Kirk cada vez más agnóstico, Sybok descubrirá que lo que él cree Dios no es más que una entidad alienigena. Sybok, entonces defraudado con sus acciones y sus decisiones, se sacrifica para poder permitir a la Entreprise su huída con los rehenes.

Star Trek V - Análisis

Esta supuesta trascendencia no oculta que el desarrollo de la trama se articula como un western tradicional a la antigua usanza, con un planeta desértico que hace las veces de far west, en el que podemos encontrar los elementos y los personajes arquetípicos del género como un klingon renegado, un saloon, personajes fuera de la ley, cowboys y duelos. Shatner, reconoce que la inspiración de la película la tuvo ya antes de que se le asignara el puesto de director de la continuación de la saga. Según él, las motivaciones y la inspiración de la película la sacó de los telepredicadores que estaban muy en boga y vivían su momento dorado en la televisión norteamericana. Shatner no podía creerse que hubiera gente que se creyera a esos personajes que proclamaban que Dios les hablaba a través de ellos y que, además, se estaban enriqueciendo aprovechándose de la credulidad de un pueblo que se dejaba hipnotizar por el magnetismo, la labia y la superchería de estos timadores. Así, Sybok, se basa principalmente en este tipo de personajes y Shatner, articula la historia en base a como, poco a poco, la tripulación de la Enterprise va mostrándose más y más crédula ante el personaje, pese a que secuestre, mate y se muestre taimado y falso.

El guion, según la historia que desarrolló Shatner, junto a un exhausto Harve Bennet que estaba ya cansado de tanto Star Trek y quería dedicarse a otro tipo de proyectos, fue, al final, realizado por David Loughery. Loughery mantuvo el tono de western en el guion dejando algunos elementos ridículos, como son las vacaciones montañesas de Bones, Spock y Kirk en Yosemite, acampando como un trío de cowboys, en unas escenas sonrojantes como las de ver a un cincuentón fondón, escalando a pelo una de las montañas más difíciles de escalar del mundo o las penosas secuencias del trío cantando canciones de boy scout, en un intento de mostrar a los personajes de un modo más entrañable.

Star Trek V - Análisis

La película, de todos modos, consiguió un estupendo estreno a nivel económico, consiguiendo llegar liderar el ránking recaudatorio el fin de semana del estreno y manteniéndose a lo largo de la semana inicial. Pero poco a poco, el boca oreja entre los fans que habían visto la película y la crítica, que puso a la película de vuelta y media, fueron rebajando paulatinamente la recaudación hasta llegar al punto de que su productor, Harve Bennet, dijera que estuvo a punto de matar a la franquicia. Lo cierto es que ya hubo que reescribirse el final tras las primeras proyecciones de prueba, ya que no satisfizo a ninguno de los fans que se reunieron para ello. También hubo que reacabar ciertos efectos especiales que, por su mala realización técnica daban un aspecto risible a la película.

El propio Shatner tuvo que pedir disculpas públicamente el año pasado, durante los eventos que daban inicio a la celebración de los 50 años de la franquicia. Según sus propias palabras en el programa de la NBC Better Late Than Never Shatner manifestó que:
«Tuve la oportunidad de dirigir una película de millones de dólares, «Star Trek V», y no conseguí la ayuda que necesitaba para distribuir el presupuesto, así que cuando llegó el momento de rodar el final, necesitaba un buen villano y muchos gráficos por ordenador, y ya me había gastado todo el dinero. Lo siento por eso. Tuve que usar metraje que ya había rodado y lo solté todo de golpe», explica Shatner. «Quería dar a los espectadores monstruos de granito arrojando rocas y fuego. En lugar de eso tenía unas piedras en mi mano que lancé a la cámara».

Star Trek V - Análisis

Lo cierto es que sí, parte de la culpa es achacable a la mala labor de Shatner con el presupuesto y a algunas malas decisiones creativas, pero también hay que decir que en el momento en que se empezó a desarrollar el guion se produjo una importante huelga del sindicato de guionistas de Hollywood, lo que motivó gastos y retrasos en la preproducción y la fase de desarrollo de la película, lo cual condujo varios desajustes presupuestarios. Estos retrasos en el calendario y la sobreabundancia de gastos motivó que la empresa ocupada de la realización de los efectos, la ILM, viera reducido de manera muy amplia, el tiempo y el dinero disponible para dar a la película unos acabados acordes con la época en la que se realizaron.

Algunas de las decisiones técnicas realizadas para acortar plazos y reajustar el presupuesto, dotaron a la película de una factura técnica más cercana a la de películas de 10 años atrás y no de una de 1989. Muchas de los chromas se rechazaron y se adoptó una factura en la que predominaron las proyecciones sobre fondo blanco, lo que desnaturalizaba los fondos, las sobrepoyecciones y trucos más artesanales pero que quedaban deslavazados y anticuados en comparación con las películas contemporáneas. De hecho, pese a la regrabación, la batalla final con el alienígena – Dios, ha quedado en los anales de los fans de la saga y del cine, como uno de los clímax de un blockbuster, de peor factura técnica.

Star Trek VI: Aquel Pais Desconocido

Star Trek VI: Aquel País Desconocido

Tras el fiasco de la anterior se vio que la fórmula clásica ya había perdido todo el aliciente, tanto para el público como para la crítica. El tiempo de Star Trek había terminado, al menos cinematográficamente, para el el elenco clásico. Y más cuando desde 1987 la nueva franquicia televisiva surgida por el éxito de las películas «Star Trek: La Nueva Generación», estaba siendo un éxito de público tanto en emisión directa como en su emisión por sindicación. Ante esta tesitura había que tomar una decisión y que, al menos, hubiera una despedida a la altura.

Así, Harve Bennet el fatigado productor decidió plantear a Nimoy una precuela de la serie original usando a los mismos personajes pero con actores jóvenes que interpretaran a los protagonistas antes del período en el que se lleva a cabo la serie. De hecho, Bennet había elegido ya a los protagonistas que estarían en la escuela de cadetes y que serviría como colofón, reinicio y conmemoración de los 25 años de la serie. Una idea que ya venía del propio creador de la serie Gene Rodenberry y que podría servir como reinicio de una nueva franquicia si los números acompañaban.

Pero lo cierto es que Paramount ya no estaba para la labor, al menos por el momento. Así que en vista del fracaso de la película tomó la decisión de despedir a Bennet y al resto de responsables de la última película en una decisión arriesgada. Se debería poner cierre digno a la saga cinematográfica y dar un cierre digno sobre todo bajando los costes de producción y reduciendo el presupuesto para evitar las pérdidas económicas producidas por la anterior. Se iba a jugar la carta del cierre de una era como reclamo para los fans y para el público. Así, finalmente con un presupuesto de 27 millones de dólares, que al principio iban a ser 41 pero que acabaron reducidos, se iniciaba el brainstorming de ideas. Nimoy y Meyer, que a la postre iba a ser el director de la película, como principales ideólogos del argumento y el guion apostaron por una película que se reflejara en la realidad actual y que sirviera de metáfora de la situación social que estaba viviendo el mundo a principios de los 90.

Star Trek VI: Aquel País Desconocido

El argumento principal trata sobre el fin de la civilización klingon, el eterno reflejo de los sovieticos en el universo de las películas,tras una explosión que provoca la caída del «muro» en el que Gorgon, el comandante klingon representa a Gorbachov y a la política aperturista de la Unión Soviética que acabó con la caída y el colapso del comunismo. El argumento está pensado para desarrollar esa trama tan característica, a su vez, del universo trekkie, un mundo donde la violencia siempre es el último recurso y donde el diálogo y la diplomacia son las herramientas más usadas para intentar resolver los conflictos. Tras una explosión en una planta de producción energética (metáfora del poder nuclear ruso y del desastre de Chernobil) en la luna bajo control klingon, Praxis, el Imperio está al borde del colapso, sin fuerzas para mantener su capacidad imperial antaño temida. Así la Federación propone una negociación que lleve a la paz total entre ambos. Gorkon, líder del Concilio Klingon y, como hemos visto, un remedo de Gorbachov es el encargado de las negociaciones y será escoltado por la Entreprise hasta la Federación con el recelo de Kirk que culpa a los klingons de la muerte de su hijo. Este resentimiento se verá dividido hacia Spock, promotor de la idea de la escolta. En el camino hacia la conferencia un torpedo que se dispra desde la Enterprise impacta en la nave klingon que es asesinado tras un abordaje de hombres de la flota. Kirk y McCoy son culpados de la muerte y arrestados por lo klingon que los condenan a la colonia de Rura-Pente. Spock descubre el complot urdido para evitar la paz y que implicará a la Entreprise y será el que intente liberar a los prisioneros y restablecer el proceso.

Como vemos los paralelismos con los tiempos en los que se produce la película son mucho más que evidentes, así como las referencias al fin de una era, al cierre de un ciclo y al cansancio propio de la edad, con multitud de frases en el guion que apelan a ese sentimiento de «We’re too old for this shit!«. Hay actores nuevos como esa nueva vulcano interpretada por Kim Catrall o ese general Chang intepretado por un Plummer que encarna a la sección «china» de los klingon que dan empaque a la película y que sirven para aumentar el sentimiento de cierre épico a esa era con la que hemos crecido. El problema de la película radica en la simpleza de guion en algunos momentos lo que hace que la premisa quede deslavazada como película y sirva más como proclama o homenaje que como película bien narrada en su conjunto. Pese a ello, no falla en el resto de elementos, sobre todo en la banda sonora del joven Cliff Eidelman que sustituye al clásico Goldsmith.

Star Trek VI: Aquel País Desconocido

«Star Trek VI: Aquel país Desconocido», cuyo título y narración es la más shakespeariana de todas tiene el tono trágico de las historias clásicas, muertes, traiciones, complots, asesinatos y es una aventura épica que pone un gran punto final al cine clásico de Star Trek. Se estrenó el 6 de diciembre de 1999, coincidiendo con el 25 aniversario de la serie original y consiguió superar con muchas creces el coste de producción. Su recaudación en USA fue de $74,89 millones de dólares, y en el resto del mundo alcanzó los $96,89 millones, lo que saneó las arcas de Paramount que no podría costearse fracasos económicos. Además la película consiguió un premio Saturn a la mejor película de ciencia ficción y la crítica pese a no caer rendida a sus pies, sí que supo valorarla como se merecía, entendiendo el valor de punto final de una más que digna saga.

Se pone así un más que digno punto y final a una de las historias cinematográficas más interesantes y que ha marcado a mucha, mucha gente. Las películas del elenco clásico de Star Trek forman parte de una época mucho más inocente, donde había espacio para canciones cutres, señores en pijama y efectos especiales sonrojantes pero con un sentido de la narrativa mucho más reposado y claro que el actual. Historias que no cambiaron el mundo pero que nos hicieron soñar, divertirnos, reírnos y tener ganas de que llegara ese futuro en el que el universo es un lugar lleno de posibilidades e historias maravillosas. Luego la saga continuó con las películas centradas en el reparto de «Star Trek: La Nueva Generación», pero eso es otra historia.

Por Jordi Copano

Estudié Audiovisuales e hice un Master en Estudios de Cine, algo que me sirvió para hacer name dropping de pelis cuando alguien menciona a Tarkovski. Descubrí, gracias a alguna experiencia en rodajes, que odio el Cine, pero amo las películas. Sobre todo las de Zucker, Abrams y Zucker.

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