Alex de la Iglesia ha saltado a la pequeña pantalla gracias a la productora televisiva HBO Europe, y para ello ha recurrido a su habitual universo y equipo.
30 piezas fueron suficientes
Según el «Evangelio según San Mateo« se explica (a pesar de sus detractores) cómo Cristo fue vendido por Judas antes de la celebración de la Última Cena. Treinta piezas de plata bastaron. 30 monedas por las que Judas Iscariote se ganó la fama de vil, traidor y hereje por los siglos de los siglos. Hasta su propia ejecución, colgado de la rama de un árbol, como desde el arranque de los (maravillosos) títulos de crédito de la serie nos dejan ver. Quizás ese fuera su único pecado, ser juzgado por la Humanidad. Un hombre lleno de fe.
Si hablamos de (una ficción escrita a cuatro manos) «30 Monedas» (2020-actualidad) hay que empezar tratando el origen de la primera moneda. La historia se desarrolla (casualmente) en España, en un pueblo perdido de Segovia. No faltarán referencias a “El exorcista” (1973) de William Friedkin, “La niebla” (1980) o “La cosa” (1982), ambas de John Carpenter. No hay blancos ni negros en ella, terror apocalíptico con salvedades en los personajes. Algunos de ellos redondos, otros no tanto y el resto difuminados en ese abismo infernal del que toma posesión Santoro. Una conspiración contra El Vaticano en clave de humor – muy negro – para seguidores del Twitter de Álex de la Iglesia (@alexdelaIglesia).
La Iglesia de occidente se confirma como entidad malvada en la nueva serie del director vasco que escribe junto al ya habitual Jorge Guerricaechevarría. Y así lo han demostrado con pequeñas joyas recientes como “El bar” (2017) o joyas clásicas como “La comunidad” (2000). Aunque habían mezclado con desgarro el tema del Evangelio en (la película catalogada de culto) “El día de la bestia” (1995) comentar aquí sus múltiples referencias al tema religioso/satánico marcado, esta vez, con un carácter televisivo en su narrativa en la que, a pesar de sus irregularidades con clichés de manual básico en la construcción de los personajes, las risas en este serial están aseguradas.
Pedraza, el centro del mal
En cuanto a la relación de los habitantes del pueblo. La pareja formada por los personajes de Megan Montaner (Elena) y Miguel Ángel Silestre (Paco). Él, un alcalde casado y calzonazos. Ella, una veterinaria que mete las narices donde no la llaman. Ambos están ¿enamorados? Es entonces cuando entra en juego una ejemplar Macarena Gómez (Merche) para formar parte de un matrimonio truncado con Paco, que a pesar de sus diferencias se mantienen unidos para prevenir, acallar el que dirán de los aldeano, el Mal que asola Pedraza. Todo ello unido a una crisis (existencial) matrimonial que no podrá saciar la sed de venganza de una Merche que busca el «poder» a toda costa y que se (casi) toma gracias a Angelo. Del final no podemos hablar claro y tendido, si es de traca lo que hay, no podemos decir más-
Pero hablemos del personaje de Eduard Fernández (Padre Vergara), de la química (in)existente entre los personajes de Macarena Gómez y Miguel Ángel Silvestre o del resto del elenco encabezado por secundarios de lujo como Manolo Soto (Cardenal Santoro), Carmen Machi (Carmen) en el papel de una madre obsesionada con la idea de tener un hijo, o del tándem formado por Javier Bódalo (Antonio) y Pepón Nieto (Sargento Lagunas) en el que pueda ser uno de los mejores dúos cómicos vistos en la pequeña pantalla. Un cura recién llegado y boxeador venido a menos que tendrá que ganarse la reputación del pueblo tras saberse que en su pasado ejerció de exorcista. El conflicto aparente que se forma entre el matrimonio de Merche y Paco no tiene claro que temas sacar a relucir en las tediosas conversaciones nocturnas sobre la manera de gestionar el dinero público. No en vano, esta serie se nutre del feedback que su público potencial ha estado dando en redes sociales durante esas ocho semanas. El morbo con el que HBO puede incendiar las redes sociales es debido a «esas» escenas de alta carga sexual que «Juego de Tronos« (2011-2019).
El espacio se empieza a difuminar a partir del cuarto capítulo, cuando entra en juego el enclave de Roma. Pedraza será vista como el epicentro de un nuevo orden Mundial. La plaza Mayor se transforma en una pasarela de pul. Un despliegue internacional que psa por ciudades com Madrid, Ginebra, Roma, El Vaticano, Nueva York y, por supuesto, Segovia.
La música Roque Baños es editada para subrayar el eje de acción principal y desarrollar la tensión en las escenas de mayor acción logra ser ejecutada con pulso y gran acierto, con especial mención la escena rodada en la Vieja Cárcel de Segovia.
Como una pequeña montaña rusa que va de menos a mas, las emociones fuertes están aseguradas, sobre todo si seguidor de ese humor negro tan característico del director vasco, llegando a marcar con un tono político-religioso algo que ya es consabido por todos como es el nacimiento del terror made in Spain fuera de nuestras fronteras. Un hito de factura nacional que marcará un antes y un después dentro del fantástico.
Frases destacadas:
- Padre Vergara: «¿Por qué un Dios permite la existencia del Mal? Si un hombre no puede elegir entre el Bien o el Mal no es libre.», «Decir que los que hacen el mal solo interpretan su papel dentro del plan divino. Sería como decir que es bueno hacer el mal”, «El libre albedrío significa aceptar el sufrimiento de los inocentes, la pobreza, la injusticia y el crimen. No es tan fácil ser libre».
Podremos calificar 30 monedas como una serie muy buena sin temor a caer en la adulación a su director, ni a un producto español.
Es destacable la atmósfera que recrea todos los capítulos mezclando el humor, la comedia,el suspense y no el terror, con unas interpretaciones acordes a cada momento. Siendo destacable la del padre Pedraza eje principal de toda la trama
En definitiva han sido tres temporadas que han dejado un regustillo a poco, y deseo a más
En eso estamos de acuerdo; la atmósfera lograda, las actuaciones de sus secundarios y Pedraza. Esto es lo que da brillo a una ficción «marca España». Una cosa más -a parte de los logros de la Selección- de la que sentirnos orgullosxs lxs españolxs.