El nuevo proyecto de David E. Kelley y Jean Marc Vallée es una historia de tres mujeres que se mete de lleno entre las mejores series del 2017.
En este comienzo de año HBO sigue por el buen camino y sigue asentando su posición como una de las plataformas de streaming de referencia en nuestro país. La primera muestra de esto se confirmó con “Taboo”, que tenía como principales puntos fuertes una trama elaborada y compleja, la actuación de su protagonista, Tom Hardy y la mediática presencia tras las cámaras de Ridley Scott y Steven Knight. Este último punto se repite en “Big Little Lies”, que supone el debut en el mundo de las series de Jean-Marc Vallée. El director belga es principalmente conocido por dirigir potentes películas como “Dallas Buyers Club” (2013) o “Alma Salvaje” (2014). En este último largometraje contó con dos actrices que recibieron nominaciones al Óscar por sus excelentes interpretaciones en dicha cinta, y que repiten a las órdenes de Vallée en “Big Little Lies”. Estamos hablando de Reese Witherspoon y de Laura Dern.
Todos son sospechosos
Adaptada y escrita para televisión por David E. Kelley, creador de “Ally McBeal”, “Big Little Lies” está basada en el libro del mismo nombre de Liane Moriarty. A lo largo de sus siete capítulos, la serie nos cuenta la historia de tres mujeres, Madeleine Mackenzie (Reese Witherspoon), Celeste Wright (Nicole Kidman) y Jane Chapman (Shailene Woodley). Todas ellas tienen en común en que son madres y sus hijos tienen la misma edad. Sus vidas se ven alteradas por un crimen que alterará la vida de todos los habitantes de Monterrey y que colocará a los mismos el cartel de sospechosos.
El planteamiento de “Big Little Lies” es similar al de películas como “La chica del tren” (Tate Taylor, 2016), y es que las mujeres son las absolutas protagonistas (algo que ya hemos visto en series como “Mujeres desesperadas”) y los roles masculinos ocupan un rol más secundario. El caso que nos ocupa y la película protagonizada por Emily Blunt coinciden en su planteamiento. Hay un suceso que pone a los personajes en el punto de mira, aunque “Big Little Lies” lo hace de una forma mucho más profunda. Curiosamente, ambas historias están basadas en un libro que ha sido best-seller mundial y han tenido adaptaciones en el plano audiovisual. Una idea similar la vimos también en la serie de Atresmedia “Mar de plástico”. Si recordáis, en la serie española se repite el mismo patrón: la mayoría de los personajes son sospechosos de un asesinato que se ha cometido y parecen tener un móvil para cometer dicho crimen. Sin embargo, se diferencia de “Big Little Lies” en la ausencia de testimonios de otras personas que ayuden a consolidar dichas acusaciones.
Una historia muy compleja
Esta última cuestión se encarga de añadir más confusión si cabe a una trama de por sí bastante compleja. Esta complejidad permite explotar el potencial de sus personajes, en especial de su trío protagonista. Tanto como Witherspoon como Kidman como Woodley tienen sus momentos en la serie, y realizan un buen desempeño de sus papeles. Las tres interpretan a tres madres que se enfrentan a las situaciones que se encuentran las madres en el día a día. Eso es lo que “Big Little Lies” intenta hacernos creer en un primer momento, porque esta situación es tratada de forma mucho más profunda. Aunque la mayoría de las situaciones son cotidianas, la serie plasma muy bien en pantalla estos momentos. Aunque la relación que mantiene Nicole Kidman con Alexander Skarsgard supone el punto más complejo e interesante de “Big Little Lies”, las situaciones en que se ven envueltas tanto Witherspoon como Woodley también tienen gran interés. En lo referente a la primera, brilla especialmente en las secuencias que mantiene con Laura Dern, consolidando la química obtenida en su anterior trabajo con Vallée. Por su parte, Woodley puede tener aparentemente un papel menos importante que los de sus compañeras, pero su rol tiene igualmente mucha presencia, y eso se refleja tanto en los momentos con Kidman y Witherspoon como los que tiene con su hijo en la ficción, Iain Armitage.
Como la gran mayoría de las entregas por capítulos, “Big Little Lies” sufre algunos altibajos que se notan especialmente en su inicio. Pero conforme la trama va avanzando se convierte en una de las más brillantes y adictivas que se han visto en mucho tiempo. Sin duda, la obra de Kelley y Vallée lo tiene todo para ser una de las series de referencia en este 2017. Por una parte es una lástima que esta historia no vaya a tener una continuación, pero por otro lado viendo su final es mejor dejar las cosas como acaban. Así mismo, la gran impresión que deja “Big Little Lies” es un nuevo buen síntoma de que HBO sigue ofreciendo contenidos exclusivos de calidad en España.