Una vez más la ficción británica nos trae una serie de no excesiva duración, pero magnífica producción en todos sus aspectos.
Broadchurch nace siguiendo la tendencia que se está creando en el audiovisual a nivel mundial debido al éxito de Forbrydelsen y que llevó a su remake americano hace tres años con The killing. Así, aunque Broadchurch tiene menos de estas series de lo que puede parecer a simple vista y se mantiene en una línea mucho más cercana al tipo de cine y televisión clásico británico; se nota que los guionistas se han fijado en los aciertos y errores de estas dos de cara a la creación de esta serie que ha sido un éxito en ITV y contará con una segunda temporada el año que viene.
La impecable comunidad que guarda los secretos en el patio trasero
La muerte de Danny Latiner no hace sino comenzar a revolver todos los secretos ocultos en el pueblo de Broadchurch. Esto es, al fin y al cabo, de lo que habla la serie en sus ocho capítulos de duración. Sí, es evidente que se está hablando de la investigación de un crimen y esto es lo que mueve toda la trama de la serie. En cada segundo estamos viviendo la investigación, cómo evoluciona y no se nos muestra nada más. Todas las tramas y sub-tramas funcionan con el único objetivo de hacer que avance (o no) la investigación para descubrir al asesino de Danny.
Esto es bueno porque, aún cuando algún personaje tiene mucho potencial, otros acaban por resultar un poco prototipo y no tienen mucho más espacio a contar cosas interesantes si no es de cara a que la serie evolucione en trama y argumento.
Desde el inicio se nos marca un gran plantel de personajes que sospechamos pueden haber cometido el crimen. De cara para afuera todos parecen muy amigables, todos son conocidos, todo el mundo se quiere y quería a Danny. Pero, claro, son humanos y eso implica que no hablan de todo lo que les sucede. De puertas hacía dentro cualquiera puede haber cometido el crimen. Como remarca en varias ocasiones Alec Hardy (David Tennant), policía encargado del caso: Bajo las circunstancias correctas cualquiera puede haber matado a Danny.
Los polis de turno
Desde que abandonase su personaje de The Doctor en Doctor Who, David Tennant ha ido moviéndose por películas y, sobre todo, series. Aquí es protagonista absoluto. Con un personaje distinto al que estamos acostumbrado a verle (y una barba que le redefine en su personaje, pues pocas veces le dejan tener ese aspecto) Tennant consigue dar gran realismo a un personaje que se mueve en la línea del cliché y la originalidad. Su base es un prototipo de policía investigador que llevamos viendo desde hace cien años casi, pero que no por ello deja de gustarnos menos.
Al otro lado de la balanza se encuentra Olivia Colman, cara muy reconocible también para aquellos que seguimos la ficción británica. Su personaje de Ellie Miller se acerca en algún aspecto al de las protagonistas de Forbrydelsen y The killing, aunque manteniendo distancia con ellas. En este caso el suyo es un personaje atrayente, pues la dinámica de trabajo-vida personal es más interesante de lo que se suele presentar en las ficciones. Más real, podríamos decir. Además cuenta con la curiosidad de que su marido se queda en casa cuidando de los niños mientras ella está trabajando. +1 para los británicos por esto.
Desde el inicio se trata de establecer un poco de enfrentamiento entre los personajes protagonistas y líderes de la investigación, que si bien no terminan por llevarse a la perfección (principalmente por el carácter antisocial y de falta de adaptación que tiene Alec Hardy) acaban por mostrar una dinámica que funciona muy bien en la serie.
Un puntito de crítica
La serie, además de mostrarnos la investigación en sí, muestra por debajo de la historia un poquito de crítica social. En el fondo, Broadchurch está hablando sobre la hipocresía que manifestamos todos los humanos. Sobre nuestra necesidad de estar constantemente poniendo etiquetas a las cosas o a las personas, de cómo simplificamos todo para tener a la gente catalogada. De cómo ciertas cuestiones, por falta de detalles completos, se retuercen y cambian de cara a la opinión pública, en ocasiones por los medios de comunicación (que aunque en esta serie se llevan lo suyo no están manifestados una vez más como los malos que sólo quieren vender periódicos), pero sobre todo por las comunidades.
Resuelto el misterio de Danny Latimer veremos cómo continúa la siguiente temporada de Broadchurch. Lo más fácil sería mover la trama a tener que resolver otro asesinato, pero opino que lo más interesante sería seguir la vida de varios de los personajes aquí presentados (los de Tennant y Colman sobre todo) y ver cómo han respondido a los últimos acontecimientos que se dan en el final de temporada y, quizá, tratar de solucionar un caso de otra tendencia, no un asesinato.
No lo sé, pero estoy expectante esperando.