El último éxito de la BBC es la magnífica serie, protagonizada por una espectacular Sarah Lancashire y que ha obtenido alabanzas por parte de crítica y público.
«Happy Valley»: una atípica serie policiaca
Puede que apenas se conozca su nombre en España, pero «Happy Valley» es posiblemente el éxito inesperado de esta temporada en la BBC. El pasado martes terminó la primera (¿y única?) temporada de la serie, que reunió a 6.2 millones de espectadores delante de la televisión para contemplar el final de la historia de Sgt. Catherine Cawood (Sarah Lancashire). La historia se centra en dicha policía, quien dirige un equipo de oficiales de policía en una zona rural de West Yorkshire. Cuando un secuestro comienza a salirse de control llegando a transformarse en una brutal sucesión de crímenes, Catherine se encuentra involucrada en una trama que le supera en rango, pero que se encuentra muy cercana a casa.
Sin embargo, la serie es mucho más que eso. Se trata de una muy interesante historia con un cuadro de personajes fuera de los clichés habituales del género y que, totalmente multidimensionales, consiguen llevar una increíble profundidad a una historia, que aunque centrada en una policía; no es la típica serie policíaca/criminal de turno.
¿Machista o Feminista?
Sally Wainwright, la creadora de la serie, es ampliamente conocida por sus trabajos en la televisión británica, sobre todo en los últimos años con los éxitos de series como «Unforgiven«, «Scott & Bailey« o «Last Tango in Halifax« (su último gran éxito en la BBC). En esta última, fue cuando Sally conoció a Sarah Lancashire, y afirma la guionista británica que estuvo tan impresionada por ella, que el primer momento en el que la vio en acción decidió que tenía que hacer una serie para ser protagonizada por la actriz.
Y vaya que si lo ha hecho, el personaje protagonista de la serie es uno de los mejores escritos que he visto últimamente en la televisión (desde mi humilde punta de vista). Tiene el punto badass que más amamos en nuestros protagonistas (porque sino nunca dejaremos de querer a Sherlock, House, Underwood, etc.), pero con una multidimensionalidad que ni las personas reales tienen a veces. Ya en la primera escena de la serie, en la que delante de un tío realmente borracho que amenaza con quemarse vivo en un parque infantil, Catherine aparece, extintor en mano, marcando claramente quién es: «Me llamo Catherine, tengo 47 años, estoy divorciada y vivo con mi hermana que es una ex-heroinómana. Tengo dos hijos adultos, uno muerto y el otro no me dirige la palabra; y un nieto. Así que…» sabes que vas a amar al personaje.
¿Y por qué no? No sólo es un personaje realmente interesante al que todo el mundo aspiramos a seguir, sino que demuestra un gran coraje tanto en lo narrativo como en lo extra-narrativo. Hay que conceder a la BBC y a Wainwright el mérito, no sólo de crear tan interesante protagonista, sino de que sea mujer de mediana edad. Algo casi impensable en el mundo actual, en el que cualquier productor rápidamente te dirá que trabajar por personajes de «tanta edad» puedo menguar tus posibilidad de que el proyecto se lleve a cabo.
Pero es que, a pesar de ello, los personajes de la historia (que creo que son un 50/50 hombres y mujeres) son muy interesantes. Los protagonistas, la mayoría mujeres, son personajes fuertes que no necesitan a un hombre en sus vidas, que no basan su felicidad en función de ellos y que, por tanto, pueden vivir por ellas mismas. No por ello abandonan su condición femenina, que no necesiten hombres no significa que actúen como ellos (o lo que se considera un «hombre» en la ficción). Son personajes que corren detrás del delincuente, que no dudan en sacrificarse por otro, que lloran, ríen, cometen errores y tienen depresiones. Son seres humanos.
Y, a pesar de ello, algunas voces críticas han llegado a catalogar la serie de machista, basándose en que personajes femeninos en la serie se ven sometidos a violencia a manos de hombres, principalmente asesinato, violación y recibir palizas. Sin embargo, creo que no podría estar más equivocadas; pues lo importante es el trato que en la serie se da a estos acontecimientos, cómo se tratan y cómo reaccionan los personajes a los sucesos. Por desgracia, las violaciones son algo demasiado común en el mundo en el que vivimos; lo importante es cómo se refleja en la ficción y su función «narrativa». Y aquí creo que es donde reside la maravillosa escritura de «Happy Valley».
Violencia en la pantalla
La otra gran crítica que recibió la serie hace varias semanas es su uso de la violencia. En un mundo en el que vemos una cantidad ingente de violencia a nuestro alrededor, las noticias, Internet, etc. la gente a veces sigue sin tener mucha idea de cuándo esta violencia puede catalogarse como gratuita y cuando no.
Así, tras el cuarto episodio de la serie, la BBC recibió una gran cantidad de cartas de espectadores quejándose de que se habían emitido escenas con una violencia demasiado explícita. Pronto, todos los periódicos nacionales saltaron en defensa de la serie, al igual que la cadena y la guionista quien, con gran criterio dijo que todas las escenas de violencia habían sido estudiadas atentamente asegurándose de que no contuviesen ningún tipo de gratuidad, sino que fueran adecuadas con el ritmo, tono e historia de la serie.
Y creo que tienen realmente razón.
«Happy Valley» ha sido una maravillosa y agradable sorpresa. Un drama con puntos criminales que no está situado en Londres, lo cuál es de agradecer, con gran historia, actuaciones, guión y dirección. Una vez más nos llega la demostración de que la BBC sabe muy bien qué historias contar y cómo hacerlo, aparte de confirmar una teoría que llevo desarrollando desde hace mucho tiempo ya: cuando se construye un buen personaje protagonista femenino, cualquier historia es muchísimo mejor que si estuviese protagonizada por un hombre.
No dudéis en ver la serie. Ahora mismo se encuentra en el iPlayer de la BBC, que aunque tiene restricción geográfica, se puede saltar fácilmente gracias a varias extensiones de Chrome o Firefox. Sentaos delante del ordenador y disfrutad de seis de las mejores horas de ficción que veréis este año. No os decepcionará.