Recomendada para quien disfrute con ficciones con elementos distópicos mezclados con el cine oriental de artes marciales.
Quien conoce a productora televisiva AMC, sabe que acostumbran a tener un sello bastante peculiar. Quizás sea por ello que sorprenda a más de uno esta nueva propuesta en la que nos regalan un sinfín de brazos, piernas y demás miembros manchados de un intenso rojo arterial. Eso sí, todo con un sobrio estilo oriental.
Retorno al sistema feudal
En un futuro lejano, tanto como dentro de 500 años, el planeta que conocemos ya no es el mismo. Por culpa de las catástrofes causadas por la raza humana ha conseguido que millones de personas perezcan y los supervivientes han regresado a un modelo de sociedad feudalizada, donde 7 barones rigen el destino de la gente que está bajo su mandato. En ese ambiente las intrigas palaciegas de unos contra otros será el pan de cada día. Definir que es “Into the badlands” podría ser algo complicado, lo cierto es que esta nueva ficción del canal americano es un diamante en bruto, que necesita ir puliéndose poco a poco. Es bastante evidente que la cadena trata de repetir el éxito obtenido por “The Walking Dead”.
Es de todos sabido que en el último lustro, sobre todo a raíz del éxito en su exhibición cinematográfica de largometrajes como “Los juegos del hambre”, “Divergente” o “El corredor del laberinto”, o en formato televisivo como “Los 100”, el interés por sociedades distópicas ha aumentado significativamente. Tras el visionado del piloto de esta serie, queda claro que “Into the badlands” se suma a esta corriente actual para obtener buenos dividendos.
Siete barones para gobernarlos a todos
La serie está basada en la fábula china “Journey to the west” donde nos cuentan el viaje realizado por un monje llamado Xuanzang, por los llamados Western Regions. La serie nos presenta una sociedad con siete líderes, barones, gobernando sus respectivos territorios, forjando intereses comunes para ir en contra unos de otros. En el piloto solo podréis ver una de ellas- Obviamente, cada barón se encarga de administrar los recursos que tiene su territorio, así como de legislar para mantener su poder. Para ello, tienen a su servicio un ejército de soldados llamados Clippers, que son criados desde pequeños para tal fin. Cada soldado niño, también llamado Colt, tiene a un luchador veterano como padrino.
El protagonista, Sunny (Daniel Wu), es uno de esos Clippers, es uno de los más letales. Sus tatuajes en la espalda dan fe de las muertes que colecciona. Es regente del clan del barón Quinn. En compañía del joven M.K (Aramis Knight) deberán descubrir los secretos que hay más allá de los confines que delimitan sus tierras.
Todo parece indicar que las intrigas palaciegas serán el eje vertebrador del guion de “Into the badlands”. Por ese motivo serán muy importantes en el desarrollo futuro de la serie el clan de La Viuda (Emily Beecham). La casa de este clan (Quinn) también es conocida como “El Fuerte”, y por lo que se vislumbra en el primer episodio está inmersa en situaciones de difícil solución, presionada tanto desde el interior como del exterior. Ryder (Oliver Stark) su único hijo trata de substituirle por ahora de buenas formas. Quien no parece ir por el mismo camino es la madre de éste, Lydia (Orla Brady) que trata por todos los medios que su prole sea la elegida para la sucesión.
Coreografías muy cinematográficas
Bastante buenas resultan las coreografías de las peleas del primer episodio, que trajeron Inevitablemente a mi memoria las vistas en “Matrix” o en las películas orientales, ya sean chinas o coreanas. También me resultó inevitable pensar en el realizador John Woo al ver los encuadres y cámaras lentas durante las mismas, con el agua cayendo lentamente mientras las espadas trazaban líneas en ella y las piruetas parecían eternas. Escenas como la del final del episodio con el enfrentamiento de Sunny con diferentes rivales a golpes de espada, con La Viuda esperando ver el resultado de la contienda, sentada cómodamente en su coche, me ha recordado a películas como “El hombre de los puños de hierro”, y quizás por los saltos en el aire, a “Tigre y Dragón”. La crudeza con la que nos muestran las peleas queda lejos del estilo de Netflix, véase “Daredevil”, o de Starz y su “Spartacus”, donde la violencia visualmente es más directa. “Into the badlands” al ser de AMC nos muestran una violencia apta para todos los públicos
Un reparto interesante
Podemos destacar que la serie tiene dos protagonistas principales, y algunos buenos secundarios. El primer protagonista, es un actor especialista en cine de artes marciales Daniel Wu, quien es un intérprete habitual del cine oriental de acción, suyos son trabajos como “Europa report” (2013) o “El hombre de los puños de hierro” (2012) y muchos más que nos dejan claro que no tiene reparos en liarse a golpes.
El segundo sería el joven Aramis Knight, como M.K, un chico que esconde un secreto en su interior que llamará la atención de muchos barones. Su juventud va acorde con su carrera en la que destaca por sus apariciones en series varias, pero en pocas películas importantes, quizás a recordar, “El juego de Ender” (2013).
El actor más conocido del cast, y el secundario con más peso en esta ficción es Marton Csokas, un veterano intérprete, al que habéis podido ver recientemente en películas como “The equalizer” (2014), “La deuda” (2010) o “El Reino de los Cielos” (2005). Su personaje es sin lugar a dudas, uno de los pilares en el que se sostiene la primera temporada de esta serie, la cual consta de 6 capítulos. Su sobriedad ayuda bastante a creer que “Into The Badlands” será una de las sorpresas de este final de curso 2015.
Mezclando géneros
Nos encontramos ante una serie con el sello AMC, que basa su éxito en atraer a diferentes sectores de audiencia, por lo que su interés es realizar una serie transversal con diferentes ingredientes que resulten atractivos para las distintas personas que la visionen. Mezcla diversos géneros tales como artes marciales, ciencia ficción, western y dramas políticos.
Apunta buenas maneras, que deberán ser confirmadas en sucesivos entregas. Un punto positivo a tener en cuenta es el reducido número de los capítulos de la temporada, seis en total, por lo que es de esperar que los guionistas concentren la temática y acción. Los que me sigáis habitualmente sabéis que me opongo a temporadas de 16 capítulos. El motivo es que no saben con qué líneas argumentales rellenar tanto espacio televisivo, cansando al espectador. Todo parece indicar que este no será el caso.
La serie me ha parecido muy estética y visual en cuando a la forma, pero un poco insuficiente en cuando al contenido. Le falta más historia, mejores interpretaciones y unos personajes más creíbles. En cambio increible visualmente, magnífica coreografía y estupenda fotografía.