En Reino Unido Sherlock ha estado en boca de todos desde su estreno el 1 de Enero. Éxito de audiencias, pero criticada. Nuestra opinión de su tercera temporada.
Sherlock es una de las series bombas de la BBC. En el Reino Unido (y en gran parte del mundo) es un éxito mediático, una de las series más vistas y mejor criticadas. Las dos excelentes primeras temporadas habían puesto la tercera temporada de la serie en el punto de mira. Después de dos años se han estrenado ya en la cadena británica los tres capítulos que han compuesto la serie. Y ha sido un choque de titanes. Dos frentes se han enfrentado: por un lado los que criticaron que la serie habían cambiado y el nivel bajado; por otro los que pensaban que era de lo mejor que habían hecho. ¿Por qué?
Sherlock: Dos años después
Después de los acontecimientos que cerraron la segunda temporada de la serie las expectativas de todo el mundo eran altas. Y había una pregunta, una más que fundamental pregunta, que contestar. Tras las cataratas todo el mundo esperaba con expectación saben cómo los guionistas (Steven Moffat, show-runner de la otra gran serie de la cadena: Doctor Who; y Mark Gatiss, que interpreta a Mycroft en la serie) solucionaban la papeleta. La explicación no fue perfecta ni sorprendente, pero todo el mundo quedó bastante satisfecho al respecto. ¿Cuál ha sido el debate entonces?
Pues el tono. La serie ha cambiado respecto a lo que fue la temporada pasada. El retorno de Sherlock ha traído un punto de vista distinto. Los guionistas han decidido cambiar un poco la dirección y centrarse mucho más en el personaje principal viviendo entre humanos. Su relación con Watson (y su nueva pareja) y cómo éste está constantemente como un pez fuera del agua.
A pesar de ello, el estilo de usar un caso por capítulo se ha intentado mantener, pero la realidad es que al no ser el centro que mueve los acontecimientos ha carecido de importancia y, por tanto, los capítulos se han visto más dispersos. Sin un punto concreto donde enfocar sus esfuerzos, el mítico personaje vaga de escena en escena, haciendo de las suyas, pero muchas veces sin tener claro un objetivo o motivo. Sólo en el último capítulo de la tanda, la trama en el caso era clara y, por tanto, los esfuerzos de Sherlock en solucionarlo. De esta forma, el argumento está más dirigido y mejor ejecutado.
También se ha tratado de dotar de más humor (aún) a los capítulos. Algo no sólo innecesario, sino forzado. Esto ha llevado al detective a hacer cosas que nunca habría hecho, saliéndose mucho de su personaje. Como claro ejemplo el re-encuentro entre Watson y Sherlock después de dos años. Las acciones de este es esa escena carecen de fundamento y se salen de lo normal para el personaje.
En resumen, el tercer capítulo funciona, los dos primeros no tanto.
El gran acierto
Sin embargo, Steven Moffat y Mark Gatiss no son para nada tontos. Han sabido muy bien cómo tomar una obra tan conocida y carismática y actualizarla hasta el punto de que mucha gente admite creer que es la mejor versión del detective nunca hecha. Y han visto muy bien cuál era la mayor debilidad del «Sherlock Holmes» de Arthur Conan Doyle y arreglarlo: «Doctor John Watson».
Los guionistas de la BBC se dieron cuenta muy pronto de que el núcleo humano de la historia nunca estaría en Sherlock. Es imposible. Este es el personaje que nos encanta, el que todos querríamos ser; pero es Watson quien es nuestro yo. El mítico doctor es la representación del espectador en la historia (siempre lo ha sido, desde las novelas) y por tanto es con el que más nos caracterizamos. Watson es la humanidad de la historia. Y si bien este aspecto del personaje ya había sido estudiado con anterioridad en los otras temporadas, en esta ha ido un paso más: en la tercera temporada el núcleo dramático de la historia es por completo John H. Watson.
En las novelas su personaje era muy plano, sólo servía (en la mayor parte de las veces) para contar la aventura de Sherlock Holmes en el descubrimiento del cómo y por qué detrás de un crimen. Sin embargo, en esta versión, Watson tiene muchas más capas y está caracterizado de forma mucho más profunda. Esta caracterización ha llevado a su punto clímax en esta tercera temporada la cuál ha estado construida por completo alrededor del personaje. Así, aunque individualmente no funcionen también, la tercera temporada de la serie funciona es porque cada uno de sus capítulos está relacionado con el corazón dramático de la serie, Watson y toda la temporada se ha encargado de hacer una exploración más profunda del personaje.
En el primer capítulo tenemos a Watson lidiando con el retorno de su amigo. En el segundo su boda y poner en peligro a uno de sus mejores camaradas. En el tercero el enfrentamiento a descubrir un secreto oculto entre sus allegados. Toda la temporada se ha construido alrededor del personaje. Sus debilidades: su necesidad constante de adrenalina para sobrevivir al día a día; y sus virtudes: haber conseguido con un sociópata como Sherlock Holmes haya conectado con él de forma tan profunda.
Si bien la serie se ha enfrentado en esta ocasión un gran número de altibajos, la realidad es que como arco argumental está bastante bien logrado y funciona. La serie sigue adelante, sigue divirtiendo y yo ya espero con ganas la siguiente temporada (se dice que es posible que se estrene a finales de este mismo año). Hasta entonces tendremos que conformarnos con los nueve únicos capítulos en total que tenemos hasta ahora.
Did you miss me?