«True detective» se ha convertido en la serie revelación de esta temporada, los motivos son tan simples como que está muy bien escrita, actuada y realizada.
Prometía mucho desde el momento en el que Matthew McConaughey y Woody Harrelson se involucraron en el proyecto, dos actores que nunca habían salido del panorama cinematográfico (las veces que lo habían hecho era para protagonizar pequeños cameos sin mucha importancia). Sin embargo, creo que todo el mundo se ha visto sorprendido por la calidad de esta serie, cuya primera temporada se termina de emitir esta noche en Estados Unidos. La HBO lo ha vuelto a hacer, pero ¿cómo?
Las claves de «True Detective»
Creo sin duda alguna que la clave del éxito de «True Detective» es su narrativa. La serie está increíblemente bien escrita, actuada y realizada. Nic Pizzolatto tiene un estilo increíble a manos del guión, las palabras sudan sangre y huelen a realidad. La escritura de los capítulos es excelente. La serie es sobre la vida de dos detectives, Rust Cohle y Martin Hart, y todo lo que les sucede durante la búsqueda de un asesino en serie en Louisiana, una búsqueda que les lleva 17 años. Sin haber estado nunca en Louisiana (o siquiera en USA) se detecta fácilmente lo bien que Pizzolatto a captado la esencia. En True Detective todos los personajes sudan, todo está lleno de barro seco; todo es verdaderamente auténtico. La mayor parte del tiempo los capítulos siguen la investigación de estos dos policías, pero todos lo capítulos tienen momentos de brillantez cada vez que se internan a explorar los personajes protagonistas.
McConaughey y Harrelson
Una de las claves de la serie, sin duda, es el duo protagonista. Los dos actores protagonistas están sobresalientes en la serie, algo que se nota en cada plano. Sin embargo, esto se basa también en lo bien escritos que están todos los personajes de la serie. No hay un personaje que no tenga mil capas de profundidad, que no sea capaz de enganchar a cualquier espectador. Rust, el personaje de McConaughey, es increíble. Uno de esos personajes llevado al límite de lo posible. Excéntrico hasta decir basta y con una filosofía de vida muy particular, pero al que es imposible dejar de seguir en cada instante. El show sería completamente distinto sin él, es el alma pura de True Detective y el motivo por el que tanta gente ama la serie. Luego esta Marty, el personaje de Harrelson, quien es excelente también. Al principio parecía ser este modelo de policía que tanto se ve en la televisión y cuya función parecía ser simplemente un contrapeso de Rust. Sin embargo, pronto se reveló como este personaje con muchos problemas propios, sobre todo en el ámbito familiar, a quien le resulta imposible reprimir sus necesidades y deseos; quién acaba cometiendo los mismos errores una y otra vez.
Y creo que esa es la principal virtud de la serie. Todo está construido alrededor del misterio, a día de hoy, pocas horas antes de que se emita el último capítulo de la temporada, todo el mundo desea saber quién es el asesino. Sin embargo, al mismo tiempo, lo que atrae a la gente es el destino de los personajes. Durante varios capítulos los mejores momentos de la serie han sido relacionados con ello, con las decisiones (en muchos casos incorrectas) que han ido tomando a lo largo de estos 17 años de sus vidas, y queremos saber cómo terminan. Los personajes se notan vivos, son reales, tiene problemas, toman malas decisiones, dicen cosas incorrectas; son humanos.
Un todo
Se ha hablado mucho también de otros aspectos de la serie, como que esté escrita totalmente por Pizzolatto (quien increíblemente no había escrito más que una par de capítulos de «The Killing» antes de crear la serie) o que ha sido dirigida por el mismo director, Cary Fukunaga. La realidad es que, si bien no es fundamental para el buen funcionamiento de una serie, se nota. Es un sistema que se lleva mucho más en Reino Unido que en Estados Unidos y por eso parece ser tan “revolucionario”.
La magia de «True Detective» es que es posiblemente una de las series más cinematográficas que ha habido en la televisión en los últimos años. Y no desde el punto de vista fotográfico, hoy en día la calidad de la fotografía en televisión es excelente, sino desde un punto de vista narrativo y dramático. Momentos como el plano secuencia de seis minutos del final del capítulo cuatro o los espectaculares últimos diez minutos del capítulo seis.
La serie funciona completamente como un todo cerrado, en el que la narración fluye de capítulo en capítulo, moviéndose en tres líneas temporales de forma excelente. Una serie que en sólo ocho semanas ha revolucionado la televisión de forma increíble. Y habrá segunda temporada. Así que hoy toca disfrutar con el último capítulo y empezar a comerse las uñas esperando al año que viene.