El actor británico Daniel Wroughton Craig, más conocido por todos como Daniel Craig, está más de moda que nunca porque en menos de un año le hemos saltar de la saga Bond al género del western en “Cowboys and Aliens” o sufrir como abnegado padre de familia en el filme de corte fantástico “Detrás de las paredes”, cambiando constantemente de registro. El pasado cuatro de enero ha visitado nuestro país para promocionar el estreno de su nuevo trabajo “Los hombres que no amaban a las mujeres” a las órdenes del genial David Fincher. Por eso Videodromo se desplazó hasta el céntrico hotel Villa Magna donde tuvo lugar la presente entrevista. Hay que reconocer que cuando se abrió la puerta de la sala y entró con paso firme y decidido con una sonrisa amplia y franca en la boca, un servidor se quedó totalmente desarmado. Su gran físico impone, no cabe la menor duda, pero luego a medida que discurren las preguntas descubres que en el fondo es una afable, ocurrente y divertida persona, como podréis haceros una idea si continuáis leyendo.
¿Dudó en algún momento meterse en la piel de Mikael Blomkvist?
Tu sabes, son David Fincher, Steven Zaillian. Realmente no lo dude. Definitivamente no.
¿Cómo ha sido el proceso de preparación del personaje? Máxime cuando era tan conocido, y había dos referentes previos. ¿Se ha sentido presionado por este motivo?
Lo mejor es que está ahí el libro y lo contiene todo, además lo puedes leer y tener como guía. Lo que pasa es que yo, de alguna manera, no estaba intentando complacer a todos los lectores que conocen a este personaje. Creo que en general es imposible trabajar así. No se puede construir un personaje o actuar pensando en el espectador, por eso tienes que intentar protegerlo de esta manera. Con lo que yo sabía tras la lectura del libro y con las directrices del director, intenté encontrar un camino intermedio para su construcción y obtener un resultado positivo.
Esta película bucea en los aspectos más oscuros de la Europa más próspera, ¿qué opiniones ha recibido en su entorno más cercano en Estados Unidos?
A ver, puede que haya un sector de norteamericanos que piensen que nosotros los europeos nos estamos asesinando en nuestros sótanos. La mayoría de los norteamericanos siempre están pensado que estamos fumando o follando, y yo creo que en parte es verdad. (Risas) Ya en serio, llevo viviendo varios años en Estados Unidos y siento que no sé mucho de los norteamericanos, que sólo llego a rascar un poco en la superficie. Es un país que me resulta muy ajeno, muy lejano, a pesar de haber pasado mucho tiempo allí. Me identifico mucho con Europa, pero claro, yo he nacido aquí, luego eso puede dar una visión un tanto sesgada. Creo que directores como David Fincher o David Lynch, que a pesar de ser americanos, están intentando rascar un poco en la parte oscura del ser humano, es con lo que me identifico, no tanto con una visión de una nación.
A David Fincher le gusta escarbar en el lado oscuro de la sociedad. ¿Cómo trabajaron Rooney Mara, el realizador y usted todos estos aspectos más psicológicos, que algunos son bastante turbios?
Lo primero que se transmite es la falta de fe de mi personaje en la sociedad actual, porque ya ha investigado a mucha gente, que podrías decir que es gente mala y son muchos con los que ha tenido que lidiar. Pero lo fascinante de este personaje es que tropieza con una mujer joven, y que es ella quien realmente lo protege, y sentirse protegido por ella es uno de los aspectos que abordamos. Pero básicamente, David, Rooney y yo lo que hicimos básicamente fue hacer lo que uno debe hacer cuando se encuentra un gran guión, que es sentarse y leerlo una y otra vez, hablarlo, releerlo y seguir discutiendo, hablando de los distintos aspectos, con el objetivo de mantenernos conectados a lo que es la esencia del guión hasta que se convierta en algo totalmente líquido, y que no sea nada rígido en el que cada uno se sabe su parte y simplemente la interpreta.
¿Qué ha sido lo más difícil de interpretar de su personaje?
Creo que lo más difícil ha sido transmitir la imagen de un hombre que tiene una actitud positiva, que siempre piensa que todo va a salir bien, porque cuando uno actúa no quiere anticipar cuál va a ser el final de la historia. Entonces tiene que ver con el desarrollo que yo he tenido que hacer, investigando, haciendo su trabajo, porque está resolviendo un caso. Pero a pesar de que mi personaje tiene esta particularidad, que piensa que todo va a salir bien, llega un momento al final de la película en el que ese detalle irá en su contra. Ese instante me pareció la parte más difícil.
Después de hacer esta película, ¿ha cambiado su visión poder de los grandes medios de comunicación?
Mi admiración por el periodismo es, en general, fuerte y viene de lejos. Creo que mi reputación es de ser “antimedios” es injustificada. Lo que es el periodismo para mí, teniendo en cuenta la situación mundial, lo que está pasando en Oriente Medio, con la Primavera Árabe, creo que en esos casos está bastante claro la importancia de los medios de comunicación, y lo importante que es el periodismo en este momento sobre todo. Pero lo que está también bastante claro es que estoy en contra del cotilleo, de la prensa amarilla o rosa, porque no creo que tenga nada que ver con el periodismo que debe versar sobre la actualidad y lo que está pasando en el mundo, y ese tipo información es verdaderamente importante. Fui criado para no creerme todo lo que yo leía, y si eso es así, es porque yo he vivido siempre en un país con libertad de prensa. Pero si hubiese sido criado en un país donde había una dictadura, probablemente no pensaría de esa manera y me creería más cosas. Entonces este tipo de información si que me parece importante y por eso creo en el periodismo.
A la hora de hacer versiones Hollywood tiende a llevar a su territorio las tramas, le comentó Fincher en algún momento por qué no decidió rodar en Nebraska, por ejemplo.
En principio porque creo que la esencia del libro, de la historia, es escandinava. Está basado y centrado en el norte de Europa, creo que en Nebraska simplemente ni si quiera se fuma, hay una actitud hacia el sexo totalmente distinta, por ejemplo sería muy difícil explicar como un periodista se acuesta con una colega que también tiene hijos, y que él además tiene hijos, y encima se acuesta con otras. Creo que nuestra parte esencial del desarrollo de la historia si que habría cuajado como un thriller pero le hubiera restado credibilidad al resto de la narración, se habría traducido mal y se habría convertido un thriller americano de taquilla normal.
Nos llama la atención que hay una secuencia en la que usted entra en la cocina, encima de la nevera hay una botella de agua, se cae y la recoge al vuelo y la secuencia sigue, ¿eso estaba preparado, fue un accidente?
Fue un accidente. (Risas) Pero está en la película. Quizá esta anécdota defina lo genial que es Fincher como realizador, porque mantiene una perspectiva abierta sobre todo lo que está ocurriendo mientras trabaja. Algunos directores se centran tanto que no se dan cuenta que detrás está ocurriendo otra cosa, y como tiene esa perspectiva tan abierta te deja seguir con la secuencia y luego en la sala de montaje decide finalmente si lo utiliza o no.
Ahora ha trabajado con Fincher, pero viene de trabajar con Jim Sheridan y ahora está trabajando a lass órdenes de Sam Mendes, nos gustaría saber ¿cómo está viviendo este momento espectacular de su carrera?
En este momento profesional me siento especialmente afortunado, creo que he tenido la oportunidad de trabajar durante muchísimos años con los mejores, pero a la vez siento que tras estos veinte años de trabajo a veces siento que no sé nada. Trabajar a las órdenes de David Fincher ha supuesto cuestionarme muchas cosas que daba por sentadas y que había aprendido, y me ha abierto los ojos a otras cosas.
¿Cree que la sociedad en general va evolucionando en cuanto al tema de la violencia de género? ¿Cree usted que esos proyectos realmente ayudan a concienciar a la sociedad?
Bueno, no lo sé. No creo que una película tenga la capacidad de cambiar realmente el mundo. Creo que la principal función de la película es entretener y es lo que todo el mundo se propone. En particular, esta película si que es cierto que versa sobre el abuso de poder, y yo intento elegir películas interesantes que provoquen discusión, que generen debate, y en este caso especialmente con un tema como este, la violencia contra las mujeres, es un tema que debería crear debate y que debería estar en primera fila de los temas discutidos y no en un trasfondo o convertido en un tema secundario.