La cola para entrar en el Roxy B, en plena calle Fuencarral, era eterna y para un tipo que ama el cine esa es una noticia mejor que buena. El evento Oculto, como ya explicamos aquí, consistía en la proyección de una película sorpresa, sin estrenar, como acto principal. Cuando llegamos allí, yo y todos los inconscientes espectadores, nos encontramos en la puerta del cine con una limusina (primera pista). Después en la entrada del cine un tipo con una cámara se dedicó a fotografíar a la gente de la calle y a una dama subida en una plataforma con un vestido con generoso escote… pobre, qué frío (segunda pista). Al entrar tres tipos con máscaras verdes (tercera pista) daban una pulsera fluorescente y un pasaporte que sellaron con la palabra Holy Motors (enigma resuelto).
Pero la cosa no acababa ahí, tres señores tocaban el acordeón en el hall mientras otro hombre paseaba un perro enorme por el cine. Entramos en la sala y delante de la pantalla una joven embutida en un traje rojo hacía una especie de danza mientras la banda sonora de la película alteraba al personal… había ganas de que apagaran las luces. El nerviosismo se apoderó de la gente y por fin tras presentar con unas palabras el evento las luces se apagaron. Durante dos horas las personas que había en la sala experimentaron un viaje irrepetible. No me equivoco si digo que todo el mundo que estaba allí recordará aquel día en el que vieron Holy Motors por primera vez. Podría decir que es una obra maestra, como ya dijo mi compañero Alfredo Manteca en esta crítica pero voy a ir más allá. Leos Carax ha conseguido construir una obra de arte a través de múltiples referencias, decenas de géneros, atmósferas indescriptibles pero terrenales, gestos abstractos, trágicos y cómicos, belleza y horror. Holy Motors no es una película, es una experiencia vital.
Después se encendieron las luces. Poco a poco nos fuimos yendo… pero va a ser complicado quitarse de la cabeza este primer OCULTO…
Qué grande es Holy Motors, es de esas experiencias cinematográficas que te dejan sentado en la butaca.
Pregunta ¿la proyectaron en versión original? Es para saber si me apunto a próximos ocultos —– Gracias
Sí Jose. En VOS. 😉 Así que… ya sabes.