Mar. Mar 19th, 2024

Terminada la Gala llega el desfile de opiniones para todos los gustos que, como manda la ley, no pueden ser más discordantes e incendiarias.

Habiendo reposado las intensas horas vividas durante la Gala, una se hace plenamente consciente de que siempre dan mucho de qué hablar. El aluvión de críticas forma parte del espectáculo, y no es para menos pues lo que pasa en ese escenario siempre va mucho más allá que de una mera entrega de premios de cine. La ceremonia es larga (a pesar de los esfuerzos de la organización por ceñirse a los tiempos programados sólo se excedió en 15 minutos) y en ocasiones tediosa, aunque nada comparable a vivirla desde dentro.

Sala de prensa de los Goyas 2016 (13)

Aterriza como puedas

En el momento en que llegas como medio acreditado aquello es un sálvese quien pueda porque nadie va a venir a ayudarte ni a explicarte dónde tienes que ir, así que te dedicas a seguir a quien está más o menos en las mismas que tú mientras preguntas a todo el que te cruzas si estás en el lugar que te corresponde. Una vez que consigues hacerte con una silla en la sala de prensa (la última que quedaba libre) ya sólo queda hacer trinchera en la alfombra roja y tener mucha paciencia para conseguir alguna foto decente y declaraciones destacables, para twittearlas de inmediato, porque la noticia es efímera.

Alfombra Roja (6) Gala Goyas 2016

Alfombra Roja (3) gala Goyas 2016

Si no te interesa en absoluto los diseñadores de los vestidos/trajes de los invitados ni su vida sentimental es un terreno bastante hostil, también hay que decirlo. Tres horas de photocall dan para mucho aunque al final a quienes más preguntas es a tus compañeros de filas para saber cúal era el apellido de fulanita, si tiene Twitter o si el hastag era #Goya2016 o #Goyas2016. Porque en esos momentos los nervios siempre acaban jugando malas pasadas, como por ejemplo, borrar sin querer las fotos que llevas hechas.

Reivindicaciones Low Cost

Los Goya siempre han sido muy reivindicativos y este año las espectativas eran altas pues nunca había habido tantos políticos sobre la platea. Dani Rovira lanzó varios dardos durante sus diversas intervenciones, como al ministro de Hacienda: «Si bajan el IVA de un yate a mí me da igual, porque no tengo yate. Lo mismo le pasa a Montoro con la cultura» o decirle a Pedro Casablanc que si no ganaba el Goya le mandaría un sms diciendo «Pedro, sé fuerte«. Pero lo cierto es que aparte de eso sólo Antonio de la Torre, Juan Diego Botto o Natalia de Molina han utilizado el escenario para recordar el drama de los refugiados, el reciente caso de los titiriteros en Madrid o la desigualdad de género en el cine.

El Mejor Momento De Los Goya 2016

Seguir la ceremonia desde una sala de prensa tiene su lado estresante por la inmediatez con la que debes informar, pero a la vez es estimulante compartir impresiones con todos los que tienes a tu alrededor: que si «te dije que ‘La novia’ no se iba a comer una rosca» o la vergüenza ajena que da los clásicos aplausos selectivos durante el homenaje a los fallecidos o los coitus interruptus a los galardonados mientras están dedicando sus cabezones con esa música «desafortunada» como apuntó Darín. De Rovira y su necesidad de llamar gordo a Antonio Bachiller y preguntar a Inma Cuesta por cómo se puntuaría de tía buena, sólo desearle que este haya sido su último año como presentador de la gala.

Reflexiones ulteriores

Tras un fin de gala atípicamente puntual, los más impacientes se apresuraron a agotar las existencias del catering, mientras los protagonistas de la noche se acercaban a contarnos cómo habían vivido el momento del premio. Casi todos esperaban que los Goya sirvieran para relanzar las taquillas de nuevo e hiciera el mismo efecto que «Vivir es fácil con los ojos cerrados» como nos contaba Javier Cámara, que dijo que «en una semana se recaudó lo mismo que en los meses anteriores a la gala«. Natalia de Molina volvió a insistir en romper los clichés de género e impulsar los papeles femeninos. Mientras que un Daniel Guzmán, pletórico pero visiblemente agotado, representó el estado de ánimo general: «ahora sólo quiero descansar, recuperar mi vida y seguir trabajando mucho«.

En la sala de prensa Ricardo Darin, Daniel Guzman, Javier Cámara

Y tras 10 horas de espera, frío, aplastamiento y hambre, mucha hambre, por fin pudimos salir bajo la lluvia de Madrid al más puro estilo Tim Robbins.

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