La arquitectura siempre han jugado una baza fundamental en las películas a lo largo de la historia del cine, independientemente del género. Hoy, coincidiendo con LA SEMANA DE LA ARQUITECTURA, VIDEODROMO quiere realizar un particular repaso por las localizaciones más interesantes o curiosas que podemos encontrar en el cine, especialmente el cine español o relacionado con España, en los últimos años.
El primero de los directores a destacar por su pasión por este arte es Álex de la Iglesia. Posee la habilidad de deslocalizar los grandes edificios, así como de generar otros nuevos. Para botón de muestra tenemos el film La comunidad, el carro de caballos que aparece en lo alto del edificio, en el mítico final donde tenemos a Carmen Maura agarrada a una de sus patas mientras no quiere soltar la maleta, no se corresponde con el edificio en cuestión, ambos existen y están relativamente cerca, uno en la Gran Vía y otro en la plaza de Sevilla.
Otro ejemplo es la obra de Philip Johnson, la Puerta de Europa o también conocidas como las Torres Kio. Aparecen en El día de la Bestia En este caso juega con las simbologías, el edificio de Johnson es un elemento diabólico mientras que el edificio Carrión, actual Hotel Capitol de los arquitectos Luís Feduchi y Vicente Eced y de estilo art decó que domina la Gran Vía es como un santuario.
El siguiente director español es Julio Medem en su film Lucía y el sexo utilizó la estación de Atocha o también conocida como la estación de Mediodía, joya nuestra de la arquitectura del hierro y el vidrio del siglo XIX, de carácter historicista, de ambiente gótico, que será el punto de partida para ese viaje que emprende
Lucia hacia la isla de Formentera donde se encontrará a si misma. Inclusive el director Paul Greengrass utilizó esta localización en el broche de las aventuras de Bourne, El ultimatum de Bourne.
Otro director es Alejandro Amenabar, habitual en el género de terror y fantástico, que cierra su obra Abre los ojos con un final inquietante, austero, bello y romántico, como el edificio donde lo sitúa, en lo más alto concretamente en la terraza del rascacielos “Torre Picasso” de 45 plantas. Este es obra del arquitecto japonés Minoru Yamasaki afincado en EEUU, que también proyectó el desparecido World Trade Center. Bueno espero que os haya gustado este aperitivo, ahora poneros vuestros mejores zapatos, al ser posible los más cómodos y salid a la calle para disfrutar del apretado programa de esta semana. Nuestras joyitas, el Círculo de Bellas Artes y la Plaza Mayor apareceran en The Tourist opera prima de Marcel Langenegger protagonizado por Ewan McGregor y Hugh Jackman.
Otro director que se vino a España a filmar fue Jim Jarmusch. En una de sus últimas películas, Los límites del control, recorrió nuestro país de arriba a abajo y pasando por algunos de los más interesantes edificios de la región. Por ejemplo, destaca la aparición de las Torres Blancas cuando el protagonista, un extraño hombre del que no se sabe muy bien absolutamente nada (aunque nos imaginamos que sus negocios están al margen de la ley), pasea por la capital. Más adelante, en su encuentro con Bill Murray, que interpreta a otro de los personajes, veremos otro tipo de edificación, no tan emblemática como las que hemos repasado hasta ahora pero sin duda muy destacable, es una exclusiva vivienda de diseño donde se oculta este personaje. Algunas inmobiliarias de lujo, como Gestom Viviendas, diseñan este tipo de casas de lujo únicas.
En definitiva, cine y arquitectura están ligados. Mientras que en unas películas es simplemente un matrimonio de conveniencia, en otras las edificaciones se muestran como verdaderos personajes independientes con peso en la trama, tan importantes que sin su presencia estaríamos ante cintas totalmente diferentes.
Este artículo es para mí. 😀
Estoy totalmente de acuerdo en que la arquitectura es evocadora de situaciones concretas y ambientes en el cine. Define totalmente la época en la que se sitúan los acontecimientos.
Mis zapatillas de deporte y la cámara de fotos están listas para recorrer ciudad. ;))
Será un placer dar un día un voltio por los madriles de cine. POrque no sólo NY es cinematográfica, nuestro Madrid también lo es.