Todos los comienzos suelen ser duros y difíciles pero el de Sylvester Gardenzio Stallone, más conocido como Sly, el semental italiano o simplemente Stallone, lo fue por demás. Todos tenemos esa imagen triunfal en la noche de los Oscars del año 1976, donde con su criatura Rocky rompió todas las expectativas al convertirse en un producto muy rentable. Recordad que esa película la rodó John G. Avildsen en 26 días con un presupuesto muy limitado de 1,1 millones de dólares. De esta manera este actor nacido en la ciudad de Nueva York el 6 de julio de 1946 en el famoso barrio de Hell’s Kitchen, que podríamos traducir como “la cocina del infierno”, se colocó en el mapa y se fraguó un nombre, pero el camino hasta esa famosa noche fue duro y un tanto erótico.
Formado en el American College de Suiza, cursó sus estudios superiores en la Universidad de Miami. Fue en esa época, concretamente en el año 1970, cuando intervino en su primera película. En ella no tenía ni la más simple línea de diálogo, pero os puedo prometer que puso toda la carne en el asador literalmente hablando. El filme se llama El semental italiano, pero también lo podréis encontrar con los siguientes títulos. Según Internet Movie Data Base (IMDB), se llama The party at Kitty and Stud’s pero también lo podréis encontrar por Italian Stallion o White Fire.
Se trata de un largometraje pornográfico en el que Kitty y Bill son una pareja con problemas conyugales, y ella, tras conocer al semental italiano, se entrega en cuerpo y alma a los placeres de la carne, y así da comienzo un viaje iniciático de búsqueda de identidad, que posee toques absolutamente surrealistas y expresionistas. Os lo prometo, posee unos decorados que bien podría haber pintado Dalí. Lo mejor son los títulos de crédito iniciales, porque son todo un homenaje a la cartelería modernista y a la francesa del periodo de entreguerras, en un intento frustrado por darle un poco de intelectulidad al asunto carnal.
La actriz Henrietta Holm hace lo que puede con un papel de esos para pasar a a posteridad, que posee muchas reminiscencias de «Los amantes de lady Chatterley» de D. H. Lawrence, pero en versión liberación femenina años ochenta. Es un filme que posee un marco conceptual cercano al porno soft desarrollado por el cineasta holandés Paul Verhoeven en sus inicios como «Delicias turcas», etc, o del británico Ken Russell, pero en este caso con tintes más norteamericanos, sin tanto esteticismo o florituras eróticas.
La acción está narrada en flashbacks, así que este recurso hace que la película se vea lastrada y que parezca que la acción no va a ningún sitio. Se reitera mucho en los conflictos de personalidad de Kitty. Además, la música que mezcla sintetizadores tan típicos de los 80’s con la guitarra española, hace que sea un tanto insufrible. Así que hay que tener aguante. Lo mejor sin duda es el desenlace del film, porque esta película porno posee trama, aunque no os lo podáis creer, y he de reconocer que el final me sorprendió.
Hay que resaltar también la fuerte influencia del movimiento psicodélico y de la blackxploitation en una secuencia que da verdadera vergüenza ajena, porque más que una orgía parece que juegan al corro de la patata. En cuanto a Stallone, sólo aparece en la secuencia de apertura y otras dos más pero, eso sí, le veréis echar hasta sus jugos seminales. Pobre Sly, lo que tiene que hacer uno por triunfar en la Meca del cine. Además, tanto el maquillador como el peluquero de la cinta parecían odiarle, porque salía con unas pintas herederas del líder del grupo Kiss.
Por cierto, no sale acreditado en este largometraje por ninguno de sus alias o nombres, al igual que el director también se cambió el nombre. Lewis Morton firma como…
En ese mismo año, Stallone intervino en un film llamado No Place to Hide donde interpretaba a Jerry Savage, pero no os puedo dar más datos porque aunque he hecho todo lo posible por encontrarlo, pero no lo he conseguido, eso sí la hemos encontrado en Amazon Italia la puedes adquirir con el nombre de Fuga senza scampo en formato [DVD]
Así llegamos, a 1971 donde consiguió otro papel, este con más enjundia, porque era todo un homenaje al cine cómico mudo, todo gracias al realizador norteamericano Woody Allen, que le brindó la oportunidad de interpretar a un ladrón en el metro de la Gran Manzana, protagonizando una secuencia que a pesar de carecer de diálogos es para morirse de la risa, y posee una gran carga irónica. Todo esto ocurre en el filme Bananas.
Esta secuencia tiene lugar en el primer tercio del film. Allen, tras salir de una tienda, de comprar unas revistas porno, se mete en el metro, y allí tiene lugar esta delirante secuencia llena de todo el típico humor judío, socarrón y con mala uva. Esta aparición es más breve que su relación carnal con Kitty, duró sólo 35 segundos y a diferencia del caso Sigourney Weaver, él no sale acreditado al final del film.
Ahora si quieres verla y guardarla en tu vídeoteca puedes compar esta divertidísima comedia por un módico precio Bananas [DVD] en Amazon .
En muchas biografías podréis leer que este es su primer papel reconocido. Pero tuvo que esperar hasta 1976 para que la industria del cine le encumbrara a lo más alto de la Meca del cine gracias a su eterno papel de Rocky. Además, puede que sea una de las franquicias más rentables de todos los tiempos ya que ha visto cinco secuelas. Si no tienes en tu videoteca la saga Rocky eso lo puedes remediar ya, la puedes tener en Pack Rocky: La colección completa [DVD] o Pack rocky (saga completa) [Blu-ray] Así el dinero tapa y hace que queden en el olvido unos inicios muy tortuosos, llenos papeles sin un mísero diálogo, pero en los que enseñaba de todo. Sus fans tuvieron que esperar hasta 1993, fecha en la que rodó el film futurista Demolition Man, para volver a disfrutar de su cuerpo, en la que sale desnudo en los títulos de crédito y en la escena de la deshibernación. En esta ocasión, miss Bullock no disfrutó de sus carnes como Henrietta Holm o Sharon Stone en la famosa ducha de El especialista.
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