Trey Edward Shults regresa tras su deslumbrante debut «Krisha» con un thriller psicológico en el que la atmósfera lo es todo, y compensa los lugares comunes.
André Øvredal firma una de esas cintas de terror que elevan al género a otro nivel, ayudándole a recibir ese respeto perdido que merece históricamente.
Ni el nombre de James Wan apadrinando el primer trabajo de David F. Sandberg lo salva del infierno de los pastiches rebosantes de tópicos y carentes de alma.