Zack Snyder nos regala la que, probablemente, sea la mejor adaptación superheróica hasta la fecha. Oscura, vibrante, madura y tremendamente espectacular.
Guy Ritchie vuelve a la carga con una comedia de acción y espionaje de alta costura, impecable en cuanto a ambientación y rebosante de carisma y frescor.
Se nos hace imposible entender la complejidad del film, cuando es un blockbuster veraniego de tan profunda vacuidad como alto es su presupuesto y pretenciosidad.